Un estudio realizado por la Cátedra de Envejecimiento Saludable, Activo y Participativo de la Universitat de València y el Ajuntament de València, muestra datos preocupantes de soledad no deseada en las personas mayores de la ciudad de Valencia.
La soledad no deseada es un concepto multidimensional que, entendida como sentimiento, puede afectar incluso a aquellas personas que no están solas físicamente. En 1973 Weiss distinguió entre la soledad social y la soledad emocional, denominando soledad emocional a la ausencia de vínculos íntimos con otras personas y soledad social a la ausencia de una red de apoyo social o la falta de integración social. Diversas investigaciones han determinado que la soledad y el aislamiento social constituyen un importante problema para los adultos mayores, que tiene consecuencias adversas para su salud física y mental. Por otro lado, la condición de soledad no deseada se trata de un fenómeno creciente en la sociedad actual que presenta un envejecimiento poblacional en aumento. Conocer los factores de riesgo de soledad social y emocional constituye un primer paso para detectar quiénes son las personas potencialmente más vulnerables a sentir soledad no deseada y poner en marcha medidas preventivas y protectoras. Hasta la fecha, pocos han sido los estudios realizados en personas mayores que distingan entre estas dos dimensiones de la soledad y que evidencien posibles variables sociodemográficas que puedan desencadenarla. Es por ello que ante la soledad no deseada resultan prioritarias acciones coordinadas para prevenirla, detectarla y actuar, evitando así su repercusión negativa en la salud de las personas mayores.
La Cátedra de Envejecimiento Saludable, Activo y Participativo de la Universitat de València, junto con la concejalía de Envejecimiento Activo del Ajuntament de València, la Fundación Amics de la Gent Major y la Asociación Teléfono de la Esperanza, pusieron en marcha durante los años 2021 y 2022, en los Centros Municipales para Personas Mayores de la ciudad de Valencia (CMAPM), un programa para abordar la soledad no deseada en las personas mayores. Las intervenciones realizadas fueron diseñadas con la finalidad de prevenir, actuar y detectar personas afectadas de este problema de salud pública. Durante la puesta en marcha del programa se llevó a cabo una investigación liderada por el Dr. Omar Cauli, director de la Cátedra, y participaron activamente la Dra. Silvia Corchón y la Dra. Vanessa Ibáñez, ambas investigadoras del grupo de investigación Frailty Research Organized Group (FROG) de la Facultat d’Infermeria i Podologia de la Universitat de València.
El estudio se realizó con una muestra de 530 personas (84,2% mujeres) mayores de 60 años y residentes en la ciudad de Valencia que acuden a las diversas actividades que se realizan en los Centros Municipales de Actividades para Personas Mayores. Se trata de un trabajo que muestra la alta prevalencia de soledad no deseada en personas mayores en València. El 36,2% de los participantes en el estudio tenía soledad moderada y el 6,6% soledad extrema. Entre las variables sociodemográficas más significativamente relacionadas con la soledad, destacaron estar soltero/a, separado/a o divorciado/a. Como variables protectoras, tener hijos/hijas fue un factor protector significativo mientras que tener nietos o hermanos no influyó significativamente en el nivel de soledad. La capacidad de caminar y el uso de teléfonos, aplicaciones de mensajería y el saber realizar videollamadas con el teléfono no se asociaron con una diferencia significativa en el nivel de soledad sugiriendo que estos factores no son determinantes para estar en una situación de soledad no deseada
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