Ernesto Casero
Plantas perdidas, 2024
Acrílico sobre hormigón
500 x 1250 cm
Edificio de residuos químicos, Campus de Burjassot de la Universitat de València
Foto: Eduardo Alapont
Este trabajo forma parte del proyecto "Los valores de la Universitat de València: Arte y patrimonio en los campus"
Plantas perdidas es una intervención mural monocroma que evoca, mediante siluetas y nombres botánicos pintados en acrílico sobre hormigón, una serie de especies vegetales extintas. La pérdida de biodiversidad está afectando a las plantas de una forma mucho más acusada que al reino animal: su extinción está sucediendo a un ritmo más de dos veces superior al de anfibios, mamíferos y aves combinados entre sí. Las plantas, base de los ecosistemas, se encuentran en un proceso de extinción alarmante, y este mural tiene como objeto poner de relieve este hecho, al mismo tiempo que pretende servir de homenaje a algunas de estas especies desaparecidas. Para la ejecución del mural se ha partido de imágenes de herbarios en los que se conservaban las muestras recolectadas de las plantas elegidas, secas y debidamente catalogadas para su estudio, y a partir de estas imágenes se han realizado las siluetas que vertebran la composición.
Nuestras (casi) silenciosas compañeras, las especies vegetales, tienen infinidad de formas de comunicación, desde las señales químicas hasta las visuales, y forman una vasta red que cubre todo el planeta (salvo la Antártida, es cierto), en la que implican a hongos, microorganismos, artrópodos, peces, anfibios, reptiles, aves, mamíferos e insectos para intercambiar alimento, información y cobijo. Establecen relaciones de cooperación y simbiosis del mismo modo que desarrollan mecanismos de defensa y compiten por los recursos. Pero quizás este despliegue de medios tenga que ser traducido a lenguajes verbales y audiovisuales humanos para que nosotros los entendamos debidamente. Este mural trata de ser un modesto paso en torno a la comprensión de la situación actual en cuanto a la relación de nuestra especie con nuestras acompañantes vegetales, con un cierto carácter de elegía pero también con el respeto y admiración que estas plantas, que una vez compartieron planeta con nosotros, se merecen.
Ernesto Casero
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