
Nacido en Málaga el 1908, Miguel de Molina revolucionó profundamente el género de la copla, convirtiéndose en el primer intérprete masculino de un estilo musical hasta entonces reservado a las mujeres. Influenciado por figuras destacadas de la cultura de la época, como Antonia Mercé i Federico García Lorca, creó representaciones que destacaban por su audacia y modernidad. Conocido como el “Rey de la copla”, continúa siendo un referente para muchos artistas contemporáneos.
València fue el lugar donde Miguel de Molina consiguió sus primeros éxitos notables, con tantos conciertos que, a mediados de los años treinta, a menudo se exhibía un cartel a las taquillas de los teatros que decía: “No hay entradas ni localidades”. Él mismo reconoció la importancia de València en su carrera, llegando a escribir que era “posiblemente la ciudad de España a la cual más debo artísticamente”. Para él, la Comunidad Valenciana era “su feudo artístico”.