UVCulturaUV Logo del portal

VALÈNCIA 1972: HACIA LA CIUDAD MONSTRUO
50 aniversario del libro de Manuel Sanchis Guarner

PRORROGADA HASTA EL 23 DE ABRIL
Antonio H. Palacios, Dibujo "El futuro de la capital del Turia" en reportaje de Mario Gaviria, Françoise Sabbah y Juan Manuel García Morales "El espectacular desarrollo de la capital del Turia. 1985", Gaceta Ilustrada, 28 de septiembre de 1968

 

 

 

 

 

 

 

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

1: INSCRIPCIÓN VISITAS GUIADAS

2: MESAS REDONDAS. Ciclo "Manuel Sanchis Guarner: València 1972. 50 anys després"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El 1972, Manuel Sanchis Guarner editó su libro La ciudad de València. Síntesis de Historia y Geografía urbana (Círculo de Bellas artes, València). Este libro cambió la percepción que hasta el momento se tenía de la evolución urbana y del patrimonio de la capital valenciana. La publicación abrió una etapa fructífera de estudios modernos y avanzados sobre arquitectura, arqueología, geografía urbana, historia, literatura y, incluso, fiestas y tradiciones, que tuvo el libro de Sanchis Guarner como revulsivo inmediato. Además, la obra abrió una corriente de aprecio hacia una ciudad que había que conservar y proteger de la destrucción.

 

Al hacer cincuenta años de aquella publicación, merece la pena dar a conocer a las nuevas generaciones no solo la figura del maestro Sanchis Guarner y su obra, sino también la ciudad de 1972 donde escribió este libro fundamental. Cómo era la ciudad de 1972 y como ha cambiado? Qué eran los temas urbanos y sociales más relevantes en aquellos momentos? Por qué Sanchis Guarner escribió un libro como este?

 

Para entender la aportación básica de La ciudad de València. Síntesis de Historia y Geografía urbana nos hay que saber cómo era aquella ciudad y qué eran lo suyos problemas destacados. La exposición intenta transmitir un paisaje y una vivencia que puede sorprender a muchos de los actuales habitantes de València. A la vez, ofrece claves interpretativas para descubrir su evolución hasta la situación actual y mostrar dinámicas urbanas y constructivas que en aquel momento se estaban produciendo. El título de “Hacia la ciudad monstruo” recoge una conferencia que, justamente el 1972, pronunció el arquitecto Salvador Pascual Gimeno y donde advertía del destino que esperaba en la ciudad en caso de no darle la vuelta a las dinámicas urbanizadoras y destructoras de los años 60, dinámicas a las cuales el mismo Salvador Pascual había contribuido.

 

Sanchis Guarner escribe su libro en un momento en que la ciudad de València empezaba a intuir los efectos del “desarrollismo” y la urbanización desaforada emanada de un plan general, el de 1966, muy discutible, adaptado al Plan Sur de desvío del cauce del Turia después de la riada de 1957. En definitiva, los grandes temas de debate del momento muestran los problemas que esta dinámica ya estaba comportando: la urbanización del Salero y la afectación en la Devesa y la Albufera, la posible conversión del lecho del Turia en autopista rápida de comunicación y la destrucción del centro histórico. La construcción del nuevo lecho del Turia (derivada del Plan Sur, inaugurado precisamente el 1972) ya había mostrado las consecuencias que cualquiera de estos proyectos podía reportar en la ciudad.

 

 

BLOQUE 1

 

La ciudad de València, alrededor de los años 70, era una ciudad mucho diferente al actual. Gracias a numerosos testigos gráficos y audiovisuales de aquellos años, podemos adentrarnos en una experiencia sensorial para revivir aquella capital de hace medio siglo. Los automóviles como nuevos protagonistas del espacio urbano, la presencia del general Franco y de su régimen, la celebración de *Iberflora, las obras asociadas al *Plan *Sur, las fallas del momento, los inicios del desarrollo turístico, las primeras preocupaciones por las consecuencias sobre la naturaleza del desarrollo económico y urbano, aparecen a los reportajes oficiales de actualidad o en testimonios privados familiares.

 

BLOQUE 2

 

Cómo era aquella València del 1972? Algunas comparaciones nos permitirán acercarnos a la realidad del momento. Las diferencias entre el coste de algunos productos tienen que ser puestas en relación con los salarios del momento y con la carestía de la vida, pero otros nos permiten hacernos una idea de cómo era aquella ciudad respecto de la urbe actual.

 

“Hacia la ciudad monstruo” fue una frase pronunciada el 1972 por el arquitecto Salvador Pascual Gimeno en una conferencia sobre el futuro de València. Si bien Pascual había contribuido a la situación que ahora denunciaba con algunas de sus creaciones, la frase define perfectamente la sensación que en aquellos momentos se tenía en València después de la operación de construcción del *Plan *Sur y los proyectos gigantescos que la ciudad tenía a la vista.

 

La ciudad de València durante los años 70 y hoy. Las diferencias entre las imágenes aéreas muestran la evolución del espacio urbanizado y algunas de las zonas donde los cambios han estado más evidentes: el antiguo cauce del río Turia, el centro histórico, la huerta, las nuevas calles y avenidas... La transformación del espacio urbano es evidente.

 

En la frase de Salvador Pascual Gimeno sobre el peligro que València aconteciera una ciudad monstruo pesaría sin duda la experiencia de la obra del *Plan *Sur de València durante los años sesenta, con la construcción del nuevo lecho del Turia. Esta obra, que cambió para siempre el paisaje de la huerta meridional de València, se desarrolló con unas grandes afecciones territoriales, procedimientos constructivos y destructivos expeditivos, un gran control social de los afectados y un lenguaje tecnocrático que justificaba la operación.

 

Cómo tenía que ser la València de 1985: una ciudad monstruo? Entre el mes de mayo de 1968 y septiembre de 1970, la revista *Gaceta *Ilustrada, editada en Barcelona, publicó una serie de reportajes sobre cómo serían determinadas ciudades españolas hacia 1985. Mario *Gaviria, *Françoise *Sabbah y Juan Manuel García Morales se hicieron cargo de los textos y de la coordinación, mientras Antonio H. Palacios realizó los dibujos que ilustraban los reportajes con fotografías de Calderón. En concreto, el correspondiente en la ciudad de València apareció en septiembre de 1968. El dosier reflejaba prácticamente todos los proyectos urbanos en marcha, los integraba en un discurso modernizador y plenamente coherente con el espíritu “*desarrollista” de aquellos años y los representaba con ilustraciones futuristas que nos permitían hacernos una idea de cómo sería la ciudad si estos proyectos eran llevados a cabo. El título del apartado que presentaba el proyecto de una autopista que discurría por el lecho del Turia lo elogiaba sin tapujos: “el camino del agua hecho camino de gasolina”.

 

Un claro antecedente de la ciudad monstruo. Un abuelos que algunos supieron leer.

 

 

 

 

 

Derribo del Hospital de los Pobres Inocentes © Lluís B. Lluch Garín

 

 

 

 

 

BLOQUE 3

 

La València de 1972 mostraba dos caras muy distintas. Por una parte, la propaganda del régimen franquista no dejaba de insistir en una imagen social tradicional, nacional-católica, evolucionada en materia económica pero anclada a los mecanismos de control de la dictadura. Por otro lado, crecía una expresión artística insurgente y de lenguaje formal rompedor, que pretendía expresar su rechazo a la política del momento y a la falta de libertades en España, testigo del cual son algunas de las piezas que aquí se presentan. Rememoramos con esta sección la celebración en València, del 8 al 17 de abril de 1972, de la VII Feria Española de Arte en metal, donde se dieron cita algunas de las obras más innovadoras del panorama escultórico del momento. Tan solo un mes después, del 22 al 28 de mayo, tuvo lugar en València el VIII Congreso Eucarístico Nacional, presidido por el general Franco y los entonces prínceps de España. Dos maneras de vivir España.

 

 

 

 

 

El metal en el arte., IV Exposición Nacional, VII Feria Española del Arte en Metal, Biblioteca Histórica, Universitat de València. 1972

 

 

 

 

 

BLOQUE 4

 

El Plan General de 1966. València dispuso de un primer plan general de ordenación urbana el 1946. Veinte años más tarde, el 1966, se aprueba un nuevo plan general que integraba la Solución Sur del nuevo lecho del Turia a raíz de las inundaciones de 1957. Este plan tuvo un gran impacto territorial, aumentó notablemente el suelo calificado como urbano y urbanizable y proyectó una gran infraestructura *viaria. Su herencia, en forma de *densificació y expansión urbana, congestión y déficit de equipaciones, pervivirá hasta los ayuntamientos democráticos de 1979 y el nuevo plan general de 1988. E incluso sobrevive en la actualidad alguna de sus indicaciones.

 

Tres fueran los grandes debates del momento: la urbanización del Salero, la conversión del antiguo cajero del Turia en una autopista y la progresiva destrucción del centro histórico de la ciudad.

 

El Plan Especial de Ordenación de la Devesa del Salero. Aunque el Plan Especial es del 1965, no será hasta el 1967 que se adjudicarán los primeros trabajos. El plan consistía en la construcción de un paseo marítimo de 2.600 metros de longitud, la división de más de un millón de metros cuadrados de espacio natural en 1.076 parcelas para construcciones privadas, la planificación de 32 hoteles de lujo y otros 160 de menor categoría, 3.000 apartamentos y 6.000 viviendas en núcleos costeros, un puerto, helipuerto, pabellón de congresos, instalaciones deportivas, escuelas, capillas, estaciones de servicio y zonas comerciales y recreativas. Para crear un acceso, se construyó la autopista del Salero, encara en uso, de 7,6 km de longitud y unos 35 metros de anchura, así como un Paradero Nacional y un campo de golf.

 

Este proyecto suscitó la oposición, ya el 1970, de la Facultad de Ciencias de la Universitat de València, de organizaciones como la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (ADENA), del naturalista Félix Rodríguez de la *Fuente, de colectivos ciudadanos y de algunos medios de comunicación. A pesar de todo, la urbanización salió adelante, bien que no al ritmo querido, hasta que pudo ser paralizada ya con los ayuntamientos democráticos.


 

 

 

 

Construcció de la Urbanització en El Saler. Arxiu Luis Vidal. 1971

 

 

 

 

 

La autopista por el río. Desde 1958, ya se había propuesto la conversión del viejo lecho del Turia en una arteria de comunicación relacionada con la construcción de otro nuevo cauce, gracias al conocido como *Plan *Sur. Se trataba de ocupar el antiguo cajero con una autopista de cota inferior a la del resto de la ciudad, que tenía que unir Madrid y Alicante con Barcelona y con el aeropuerto, el puerto y el Salero. El plan preveía un vial de casi 30 metros de anchura con hasta seis carriles y enlaces a diferente nivel para conectar con las calles de la ciudad. La fuerte oposición ciudadana (“El lecho del Turia es nuestro y lo queremos verde”) y, en especial, del diario *Las *Provincias, hizo que ya en 1973 se reconsiderara este destino desde las más altas instancias gubernamentales. El 1976, por fin, se producía la cesión del antiguo lecho del Turia en la ciudad.

 

La destrucción de la ciudad histórica. La escasa protección que los diferentes planes urbanísticos de València otorgaron en el centro histórico, junto a la falta de sensibilidad social y el predominio de un urbanismo depredador, hicieron que después de la Guerra Civil española empezara un proceso de destrucción patrimonial del paisaje histórico urbano heredado. Solo entre 1950 y 1980 desaparecerán en el centro de la ciudad medio centenar de edificios de alto valor. Palacios, conventos, iglesias, cuarteles, hospitales, capillas, colegios, caserones..., pero también plazas y calles medievales y, incluso, teatros, almacenes y edificios de finales del *xix y principios del *xx, cedieron su espacio a construcciones modernas despersonalizadas y en ocasiones desproporcionadas para su entorno urbano, así como en calles adaptadas a los automóviles.

 

BLOQUE 5

 

Manuel Sanchis Guarner (València, 1911-1981) fue el autor de un libro, La ciudad de València. Síntesis de Historia y Geografía urbana (1972, Círculo de Bellas artes), que puede ser contemplado como una reacción ante los peligros que amenazaban la València de finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo *xx. Su obra, publicada en valenciano, despertó la conciencia urbana en amplios sectores sociales y especialmente en hombres y mujeres profesionales de la geografía y de la arquitectura. Este libro no solo permitió dar a conocer a muchos habitantes la historia de su propia ciudad, sino que alertó de los graves peligros que corría su patrimonio cultural e hizo visibles materias vinculadas a la historia de València como por ejemplo la arquitectura, la arqueología, la etnología, las tradiciones, la literatura, el folclore y la evolución de las corrientes artísticas.

 

Manuel Sanchis Guarner fue uno destacado filólogo y escritor, formado en el entorno docente de Menéndez Pidal. Exiliado y represaliado por su condición de militar del ejército republicano, no pudo acceder en la universidad hasta los años sesenta y como profesor no numerario, consiguiendo la plaza de catedrático en 1979. Sus trabajos sobre la lengua de los valencianos ayudaron a su dignificación social, pero también fue un enamorado de la ciudad de València, donde había nacido un 9 de septiembre de 1911 en la calle de la Limosna. El año 1971, su candidatura al cargo de cronista de la capital valenciana fue rechazada por 10 votos a favor y 15 en contra por parte de los regidores del Ayuntamiento franquista. En diciembre de 1978, este hombre de bien, de cultura y diálogo a quien la ciudad de València debe tanto, recibió en casa suya un paquete bombea por parte de grupos de la ultraderecha y anticatalanistas que, por fortuna, no llegó a estallar. Su obra sobre València pervive como una pieza esencial en el conocimiento del pasado y de la geografía urbana de la capital valenciana.

 

 

 

 

 

Sellos contributivos al Plan Sur de València