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¿Cómo afectan los impuestos a la política económica de España?

La política económica de los países tienen como uno de sus objetivos prioritarios la estabilización. Con ella, cada país puede prever su crecimiento y lograrlo sin temer a ningún factor referido a la estabilidad.
 

13 de enero de 2016

En este sentido, la política fiscal juega un papel fundamental con tal de conseguir los ingresos necesarios que necesitan las arcas públicas. Pero según los datos que ofrecen las últimas estadísticas, en España no estamos haciendo los deberes. 

El promedio se ha calculado teniendo en cuenta los impuestos como el IRPF, IVA, impuestos especiales , de sociedades, IBI, sobre transferencias de capital y cotizaciones sociales. Estas últimas no son propiamente un impuesto, pero actúan como tal.


España, comparado con sus vecinos de la UE, es uno de los países que menos impuestos recauda. Es una información avalada por Eurostat, la oficina de estadística dependiente de la Comisión Europea, que analiza el estado fiscal de 28 países. Estas son las razones por las que nuestro país tiene problemas en las políticas de estabilización por razones fiscales: 


Un doble comportamiento. Por un lado, los ingresos por IRPF, IVA e impuesto sobre sociedades se sitúan por debajo del promedio europeo y, por otro, recaudamos  más que la mayoría en impuestos sobre propiedades y en Sucesiones. En este sentido sí son llamativos los datos respecto al impuesto local del IBI, en el que España ocupa los lugares más altos y en el que nunca ha perdido recaudación. También sobre transferencias de capital – sucesiones y donaciones- donde España se sitúa en el tercer escalón del podium


Errores sistémicos.  Lo que demuestra este estudio es la incapacidad de las instituciones para poder ingresar más aún habiendo subido los impuestos en los últimos años debido a la crisis económica. En el caso del Impuesto sobre el Valor añadido se subió del 18 al 21% en 2012. Dos años antes ya se había subido incrementado en 2 puntos (del 16 al 18%). 
Por debajo de la UE y de países menos potentes. Concretamente, en relación porcentual del PIB por año, España recauda el 38,6%. Una cifra que se sitúa por debajo de la media tanto de la Eurozona (46,8%) como de la Unión Europea (45,2%). El estudio demuestra que también  está por detrás de países como Chipre, Eslovaquia o Polonia. No obstante, si recauda más como Reunio Unido, Bulgaria y Letonia. 


Repetición de modelos. Las reformas que ha emprendido España con respecto a algunos impuestos es la misma que han llevado a cabo el resto de países. Este es el caso del IVA. La economía española se sustenta principalmente en el consumo interno, por lo que intuitivamente cabría esperar que la subida de este impuesto indirecto que grava a los consumidores, tendría mayores efectos. El caso es que no ha sido así. Algunos expertos fundamentan sus causas en que en la cesta de la compra de España figuran los productos con un tipo de interés reducido o supereducido y, no el general. El fraude fiscal sería otro de los motivos. 

El impuesto de Sociedades, la asignatura pendiente. El dato es demoledor: en 2007, se llegó a recaudar más de 50.000 millones por el IS mientras que, dos años después, en 2014, no llegó a los 21.000 millones. 
En cifras porcentuales el descenso se fija en un 58,3%. Es la mayor caída registrada en la Unión Europea y muy superior a la media de la zona euro que estaba en un  18,6%.