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¿Cuál es el gasto público de los países de la OCDE en educación superior?

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La financiación de los estudios superiores se realiza a cuenta de los Estados, de los estudiantes o de entidades privadas. Los porcentajes de cada parte varían considerablemente entre los diferentes países de la OCDE. La inversión pública es determinante para asegurar la igualdad de oportunidades y el acceso a la educación superior a todos los ciudadanos.

20 de junio de 2016

Los estudiantes que consiguen graduarse en estudios superiores tienen más facilidades para acceder al mercado laboral que los que no alcanzan este nivel de estudios. Además, los salarios también son más altos para aquellos que poseen un título universitario.

Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) existen diferencias sustanciales en la forma de enfocar las políticas económicas en este campo. En algunos estados miembros el Estado es la principal fuente de financiación, en cambio en otros las familias realizan un desembolso más alto o el dispendio proviene de entidades privadas.

El gasto público en educación superior se sitúa en una media del 70% entre los países de la OCDE

Un informe reciente realizado por la OCDE analiza la financiación de los estudios superiores de los miembros de la organización. El estudio se centra en el papel de las instituciones públicas y las diferencias que existen entre los diferentes países de la OCDE, con tendencias y modelos establecidos que presentan desemejanzas importantes.

Una media de un 70% de la financiación de estudios superiores corresponde a los estados, según la valoración de los datos de los países miembros de la OCDE que se han analizado. Otro 20% del dispendio lo realizan las familias y el 10% restante proviene del ámbito privado. En España la inversión pública se eleva poco más del 70 por ciento, mientras que las ayudas privadas sólo cubren alrededor del 5 por ciento.

Igualdad de oportunidades

El acceso a la universidad puede verse acotado por el alto precio de estos estudios. En estos casos, la desigualdad económica puede determinar quién puede permitirse acceder a estudios superiores, por lo que uno de los objetivos de los Estados es intentar reducir los valores de desigualdad y tratar de que la educación superior sea más accesible.

Las ayudas económicas públicas dirigidas a los estudiantes pueden servir como herramienta para solucionar el problema de las elevadas tasas de acceso. En países como Australia y Nueva Zelanda, las matriculas en estudios superiores registran cifras por encima de la media a pesar de su elevado precio ya que cuentan con un desarrollado sistema de ayudas financieras. Aun así, el informe también apunta que el hecho de que los precios sean tan altos puede suponer que quienes no puedan afrontar ese gasto no intenten acceder a la universidad aunque existan programas de ayudas públicas.

Las ayudas públicas pueden fomentar la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades económicas que condicionan el acceso a estudios superiores

Según el informe, donde el gasto de las familias es elevado también se observa un incremento de la financiación por parte de instituciones privadas, empresas u otras fuentes de este tipo. De esta manera, en aquellos lugares donde las ayudas públicas tienen menos importancia, el gasto privado es superior para cubrir parte del vacío financiero que deben asumir los estudiantes.

Modelo nórdico

En países donde los estudios superiores son gratuitos, la financiación pública también representa un papel muy importante aunque no sirva para fomentar la igualdad de oportunidades para acceder. En Finlandia un 50% de los estudiantes de estos niveles reciben algún tipo de beca, préstamo o ayuda durante su etapa académica. Un ejemplo en el que la economía pública tiene un peso muy importante en el desarrollo económico del país.  

Para llevar a cabo estas políticas económicas, en los lugares donde el acceso a la universidad es gratuito como en los países nórdicos, Eslovaquia, Estonia o Eslovenia, los impuestos sobre la renta de los ciudadanos son más elevados. De esta manera, uno de los pilares para conseguir la sostenibilidad de este sistema es la misma sociedad que aporta los fondos necesarios con modelos de recaudación de impuestos más progresivos.