Desde la crisis, España ha vivido un retroceso en sus indicadores económicos. Como país de industrialización tardía y, ahora, con el peso de su economía volcado en el sector servicios, la política económica ha cambiado a lo largo de estos últimos años. Estos son los elementos que sufrirán fluctuaciones o serán las causantes de los próximos cambios.
27 de noviembre de 2015
Palabra clave: “Política económica en España”
Todo lo que deberías saber sobre la política económica en España
Desde la crisis, España ha vivido un retroceso en todos sus indicadores económicos. Como país de industrialización tardía y, ahora, con el peso de su economía volcado en el sector servicios, la política económica ha cambiado a lo largo de esto últimos años. Estos son los elementos que sufrirán fluctuaciones o serán las causantes de los próximos cambios.
PIB. Actualmente el Producto Interior Bruto (PIB) de España es de 1.421,71 millones de euros. Una cifra que sitúa a nuestro país como la 12º economía del mundo según el Banco Mundial en 2010 y la 17º según el Fondo Monetario Internacional en 2014. Ahora, el FMI prevé un crecimiento del 2,5 del PIB % para el próximo año.
Impuestos. El sistema impositivo en España graba a todos los agentes económicos. Desde los consumidores (IVA) hasta las empresas (Impuesto de Sociedades) , pasando por las personas físicas (IRPF).
Además, también existen otro tipo de impuestos: Impuestos sobre Bienes e Inmuebles (IBI), Impuestos sobre el Patrimonio, sobre Sucesiones o Donaciones o los Impuestos especiales. Estos últimos son aquellos que graban solamente a las personas que consumen determinados bienes como por ejemplo el alcohol, los hidrocarburos y el tabaco.
Política monetaria. La política monetaria se suscribe a la de la Unión Europea por lo que el Banco Central Europeo (BCE) es el único organismo con total competencia económica. Su función es obvia: es el emisor de billetes y proveedor de reservas bancarias.
Las decisiones que toma, conocidas como “mecanismo de transmisión de la política monetaria” tienen consecuencias en diferentes niveles. Uno de los más destacados es en el nivel de precios de los activos financieros y de los tipos de intereses bancarios.
Deuda. Es uno de los grandes problemas que ha tenido el país debido a la crisis financiera. Se trata de la suma de deudas que mantiene el Estado con todo tipo de agentes económicos. Se calcula en relación al PIB del país y en España supone a día de hoy alrededor del 90% de éste.
Déficit. Un término que muchas veces se confunde con el de “deuda”. El déficit es la diferencia negativa entre los ingresos y los gastos de las administraciones públicas. Según el último barómetro del Eurostat – la agencia de estadística de la UE - las administraciones españolas sufren un desequilibrio entre ingresos y gastos equivalente al 5,9% del producto interior bruto (PIB). En términos absolutos el año pasado se gastaron 61.319 millones de euros más de los que se ingresaron.
Balanzas de pagos. Su cálculo se detalla en el registro de todas las transacciones monetarias producidas entre un país y el resto del mundo en un periodo determinado. La acumulación de datos se divide en positivos o negativos, dependiendo de si suponen un ingreso o gasto en la balanza de un país, respectivamente.
LA CLAVE >> Las exportaciones. Ante la crisis de demanda interna en España, las exportaciones han ‘salvado’ la economía española en los tiempos más difíciles de la crisis económica. Un ejemplo: durante los primeros ocho meses de 2013 las exportaciones españolas de mercancías registraron un volumen de 155.798 millones de euros, equivalentes a un 6,6% más que en el mismo periodo del año anterior. Son datos que, paradójicamente , contrastan con economías como la de Francia y Alemania: para el mismo el periodo referido al de España estos países registraron tasas negativas de un -2,0% y un -1,1%, respectivamente.
