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El camino del samurái hacia los Juegos Europeos Universitarios de Lodz

  • Unidad Web y Marketing
  • Cristina Soriano Cabellos
  • 13 julio de 2022
Hugo Ballester.
Hugo Ballester en el Campeonato de España Sub-21.

El karateca de la Universitat de València Hugo Ballester, apodado samurái por sus compañeros del Centro de tecnificación deportiva de Cheste, hará gala de su perseverancia, disciplina y pasión por el Karate en el campeonato de Polonia, donde luchará por el oro en la modalidad de kumite.

“Mi apodo en el Centro de Cheste era samurái, mis compañeros decían que era muy disciplinado y apasionado por el karate, me gusta mucho la cultura japonesa, siempre he sido un loco del karate”, bromea Hugo Ballester. El karateca, natural de Onda, se ha graduado este año en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universitat de València. “Este curso ha sido muy duro, entre el TFG, las prácticas, mi trabajo como preparador físico online, entrenamientos y competiciones... Ha sido complicado compaginarlo todo” comenta Hugo. Pero si algo define a este samurái es la perseverancia, que le lleva a luchar siempre hasta el final para lograr sus objetivos. “Siempre he sido muy perseverante. Empecé en el karate muy tarde, con 12 años, —hoy en día los niños empiezan con 4 o 5 años, con 6 o 7 ya están compitiendo—  iba siempre por detrás de mis rivales y al tener esos años de desventaja tuve que afrontar muchas derrotas al principio y ser muy tenaz”, explica Hugo.

A sus 22 años, esta promesa del karate lleva una carrera meteórica, tanto que las estanterías de su casa de Onda no paran de acumular trofeos. En 2019 ganó el oro nacional en la categoría Sub-21; el año pasado sumó otro éxito en el absoluto de España, en el que se alzó con la plata ya en la categoría senior. A estos triunfos hay que añadir su convocatoria para la Selección Española de Karate, con la que ha representado a España en varias citas internacionales, entre ellas en el Iberoamericano de Nicaragua donde ganó la plata. A nivel universitario lo ha ganado todo: en el CADU (Campeonato Autonómico de Deporte Universitario) obtuvo la victoria en 2020 y este 2022 ha repetido en lo más alto del podio. Esta temporada también ha sido oro en el CEU (Campeonato de España Universitario) celebrado en Murcia. La cita de Lodz será su segunda participación en una competición europea universitaria “en 2019 participé en el Campeonato Europeo Universitario de Zagreb, donde ganamos el bronce por equipos. Fue una experiencia inolvidable, estábamos todos los deportes de contacto (karate, judo, kick-boxing, taekwondo) concentrados en una especie de villa olímpica y el último día hubo una celebración de clausura, una fiesta del deporte, fue una experiencia increíble”, rememora el deportista.

Hugo Ballester viajará a Lodz junto con los karatecas de la Universitat de València clasificados para los Juegos Europeos Universitarios: Patricia Peso, Iván Ferrer y Víctor Rubio. El equipo, bajo las directrices de su entrenador Rubén Rubio, luchará por las medallas del 28 al 30 de julio. A pocas semanas de viajar a Polonia, el campeón de Onda ultima su preparación centrándose un poco más en la parte física para estar al 100% en Lodz, “los juegos europeos están fuera de temporada, hice un pequeño parón después del campeonato de clubes de junio para descansar un poco, y luego volví a entrenar. Le estoy metiendo más caña al físico y una o dos veces a la semana entreno técnica y táctica con mis compañeros de la Universidad o del Club”, explica Hugo.  

Como buen samurái, para Hugo es tan importante entrenar el cuerpo como la mente. “Hago mucho trabajo de visualización y meditación. Trato de visualizar las técnicas y el rendimiento que quiero obtener en la competición, el resultado también lo visualizo pero sobre todo enfoco mi mente en cómo quiero verme en cuanto a técnica y soltura en los movimientos marcados”.  A lo largo de la temporada Hugo cuenta con un psicólogo deportivo de la Universitat de València con el que repasa objetivos. “El Servicio de Deportes de la UV me ha ayudado mucho; los deportistas de élite, o los estudiantes que están en un equipo universitario, tenemos a nuestra disposición psicólogo deportivo, fisioterapia, enfermería y medicina, preparador físico… una serie de servicios que resultan muy útiles”.

El karateca de la UV peleará por el oro en los juegos de Lodz, lo hará sin presión pero con la motivación intrínseca que le caracteriza: “a diferencia de lo que ocurre en los nacionales donde conoces a tus oponentes, en un campeonato internacional no te puedes comparar, partes sabiendo que hay mucho nivel pero no conoces a todos los karatecas, así que no vale la pena ponerse nervioso. Muchas veces llegas a la competición con esa mentalidad y luego te das cuenta de que sí tienes el nivel y llegas al top 3 o incluso a la primera posición, pero a priori no puedes hacerte una idea de cuál será el resultado, solo puedes confiar en tu rendimiento y en el trabajo que hay detrás, ir a por todas y disfrutar”. 

Hugo Ballester lleva media vida en el tatami, con decenas de competiciones a sus espaldas, y aun así, “en la primera ronda es imposible no ponerse nervioso”, confiesa Hugo. “En futbol tienes 90 minutos para solucionar errores, pero en karate tienes un primer combate que dura 3 minutos y si lo pierdes se acaba la competición. En el combate inicial siempre sientes más presión, después, según como te vayas viendo, cambian las sensaciones y coges confianza; por eso el trabajo de visualización mental que suelo hacer va muy enfocado a ese primer combate para romper el hielo”.

Los juegos europeos universitarios pondrán la guinda a una temporada redonda para Hugo, que termina como graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y con varios títulos más en su palmarés. “En septiembre sigue la liga nacional, voy en segundo lugar, y mi objetivo más inmediato es ganar la liga. También tengo previsto ir a Turquía a un campeonato internacional. Y seguir en ese camino, entrenando, mejorando, trabajando…” asegura Hugo, un camino de samurái, con la perseverancia y la pasión por el karate como estandartes.