El pasado lunes 05 de julio, fue impartida la décima sesión del Curso de Empresa Familiar: Aspectos clave para su competitividad y perdurabilidad (13ª Edición), por Tomás González. Profesor titular de Organización de Empresas de la UV.
Tomás González, dirigió una sesión centrada en la planificación de la sucesión de la Empresa Familiar, y comenzó destacando dos características distintivas de la Empresa Familiar, por una parte, la orientación a la continuidad del vínculo familia – empresa, y por otra, la necesidad de gestionar la cohesión y la conciencia de grupo de pertenencia y evitar el poder destructivo de las emociones.
La sucesión de una generación a otra es un proceso con enormes dificultades porque a los problemas del cambio de liderazgo que todas las empresas tienen, se agregan los problemas emocionales y psicológicos relacionados con la familia, y todos ellos deben ser conciliados simultáneamente.
El profesor González, remarcó la importancia de la preparación de la empresa y la familia para distintos escenarios que puedan aparecer, ya que estos escenarios provocarán diferentes reacciones que den lugar a conflictos. Así pues, 85% de los problemas provienen de la falta de intereses comunes y problemas de armonía familiar.
Posteriormente explicó los tipos de sucesión, sus ventajas de gestión:
- Profundidad. Incremental, transición suave, donde el sucesor comparte modelos de negocio y estrategias con el predecesor y garantiza así la continuidad; estratégico, ya sea porque el sucesor tiene una visión completamente diferente del negocio, o porque el entorno exige grandes cambios.
- Actitud. Proactiva, diseño de una estructura institucional y un plan para afrontar la sucesión; reactivo, no hay estructura y no hay plan especificado.
- Necesidad. Oportuno, gerencia, familia sucesores potenciales u otros grupos de interés consideran que se dan las circunstancias y ha llegado el momento apropiado; fundamental, el gerente / propietarios se ve repentinamente obligado a abandonar su puesto de inmediato.
- Velocidad. Lento, generalmente considerado más seguro (legitimidad, coexistencia del sucesor – titular); rápido, no necesariamente malo, en la medida en que exista un soporte institucional.
La segunda parte de la jornada corrió a cargo de Raúl Aznar, Socio – Director de Aznar Patrimonio, que dirigió una centrada en la financiación de la Empresa Familiar.
Raúl comenzó la sesión explicando los flujos económicos entre la empresa y la familia (dividendos, salarios, capital, préstamos y beneficios no distribuidos) la salud de empresa – familia depende, entre otras cuestiones, de un balance adecuado entre las finanzas de la empresa y la familia.
Posteriormente explicó las necesidades y objetivos financieros de la empresa y la familia:
- Necesidades financieras: Cubrir gastos corrientes, incluidos los financieros, atender gastos extraordinarios (contingencias), acometer inversiones, generar rentabilidad para los accionistas y mediante el crecimiento de valor o el reparto de dividendos.
- Objetivos financieros: crecer en valor (capitalización) o generar beneficios recurrentes, recursos propios (capital) o recursos ajenos (deuda), horizonte temporal, es decir, la vida propia o viarias generaciones y tolerancia a la ansiedad
El alineamiento de necesidades y objetivos financieros es fundamental para la supervivencia de la empresa familiar.
Raúl también contó el valor de la Family Office, es una forma de organizar el patrimonio que implica la planificación de la transmisión del legado y la profesionalización de la inversión y la gestión. Requiere dotar al patrimonio de una estructura dedicada en exclusiva a la toma de decisiones de inversión y su posterior gestión, así como de criterios (un plan) para evitar la aleatoriedad o los personalismos. Provee a la familia de:
- Un órgano de decisión (gobernanza) y un responsable de su ejecución.
- Un plan que llevar a cabo.
- Unos objetivos y metas que clarifican el camino a las generaciones presentes y futuras.
- Unos recursos destinados a la consecución de las metas establecidas.
