
Si sois personas con facilidad para la comunicación oral o que no habéis recibido ningún curso o consejos sobre cómo hablar en público, debéis conocer ya algunos de los consejos que ahora os daremos.
Una vez preparada la prueba oral, pasaréis al punto de evaluación donde se desarrollará la tarea, por tanto, debéis plantearos la seguridad y la tranquilidad de vuestra intervención para tener éxito.
A menudo se ven candidatos tan inseguros y nerviosos que les impide llevar a cabo la prueba con normalidad. Pensad que, muchas veces, una intervención amenazada por los nervios no resulta igual que otra hecha de forma calmada y segura, porque la expresión de las ideas no se ve afectada por la indecisión, la elección del léxico, la organización de las ideas o la pronunciación irregular.
Estáis tratando un tema en una situación formal y dirigiéndoos a un receptor que escuchará lo que tengáis que decir, ya sean los examinadores, vuestros compañeros de prueba, por tanto, no dejéis que nada os moleste. Todo irá bien.
Uno de los puntos críticos de la intervención y de la interacción es la adecuación. Durante estas dos debéis mantener la formalidad, así que no penséis que se trata de intervenciones informales o coloquiales. Estáis en una prueba y se espera que mantengáis este nivel de formalidad durante toda la prueba.
En algunas actividades os pedirán que os posicionéis por una determinada postura y que defendáis vuestras ideas, o que os dirijáis a un determinado receptor en una situación específica como un mensaje de voz en un programa de radio o una intervención en un debate. Tenedlo en cuenta y no dejéis de seguir estas indicaciones porque se valorarán en vuestra calificación.
Intentad evitar coloquialismos (pos, lo que...) que rebajarán la formalidad de vuestra intervención, así como expresiones repetitivas como las muletillas ¿verdad?, vale, ¿no?... o pausas excesivamente largas, ya que interrumpen vuestro discurso. Debéis mantener un ritmo constante, sin pausas demasiados largas o que interrumpan la sintaxis de las oraciones.
Adecuad vuestro léxico a la situación comunicativa que os han propuesto. Por ejemplo, no habléis del mundo laboral o de la alimentación mediante conceptos futbolísticos: “nos marcan un gol en el contrato laboral” o “en los comedores escolares hay que utilizar el VAR”. A cada tema le corresponde un léxico específico. Si utilizáis las palabras más adecuadas para cada tema, evitaréis vaguedades e incoherencias que dificultarían la comprensión del mensaje que deseáis transmitir.
Además, es necesario que la exposición esté cohesionada y sea coherente. Por tanto, utilizad conectores para enlazar las ideas unas con otras y de esta manera haréis que la información esté ordenada, lo que permitirá que la comunicación avance y no deis vueltas a la misma idea. Tenéis unas ideas que debéis desarrollar.
Es necesario tratar el tema de una manera clara y estructurada, adecuando el contenido y dosificando la información para cada una de las partes en las que hayáis estructurado vuestro enunciado de acuerdo con las ideas principales y secundarias que hayáis establecido o con las ideas que haya en la misma actividad. Es necesario producir, por tanto, unas intervenciones claras y organizadas, centradas en la medida de lo posible en lo que os hayan planteado.
Una sugerencia. En la interacción, es posible que vuestro compañero os haga preguntas sobre el tema, sobre vuestra opinión u os pida una aclaración. Tranquilizaos, ya que podéis preparar posibles respuestas, sólo tenéis que imaginar qué tipo de preguntas pueden plantearse y cuál podría ser una posible respuesta.
El último consejo es muy importante. Tened en cuenta el tiempo que disponéis para la intervención y la interacción. Desgraciadamente, es algo común ver en las pruebas candidatos que realizan unas intervenciones demasiado breves o demasiado largas.
Dependiendo del nivel o de la institución que convoca las pruebas, se pide que las intervenciones tengan una duración determinada. Puede que en algunos puntos de la evaluación haya algún elemento (relojes, cronómetros) para poder controlar el tiempo de/para cada parte, pero es probable que no sea así, así que es recomendable que tengáis uno, por si acaso.
Ajustaros a la duración que os han dado en el enunciado y distribuid el tiempo adecuadamente para que tengáis tiempo de exponer la información solicitada en la prueba.
Los examinadores os dirán cuándo debéis finalizar la intervención, lo que debéis aprovechar para hacer la conclusión o llegar a un acuerdo, si procede.
Examen oficial de la EOI en septiembre
Examen oficial de la JQCV en octubre