Cuenco de plástico, molinillo de pimienta, lavavajillas líquido, agua
Llenar el cuenco con agua. Cubrir la superficie del agua con una buena cantidad de pimienta molida. Introducir el dedo índice perpendicularmente a la superficie del agua. No sucederá nada. Ahora impregnarse la yema del dedo con un poco de lavavajillas. Volver a introducirlo en el agua y observar el efecto sobre la pimienta. Los tensioactivos del detergente disminuirán la tensión superficial de modo que la pimienta se aleja de nuestro dedo.
Lo hice en clase con dos voluntarios que fueron a buscar el agua mientras se lo expliqué al resto de la clase. Tres voluntarios elegidos “aleatoriamente” de entre el resto de la clase tenían lavavajillas en el dedo y repelían la pimienta ante la sorpresa de los dos que fueron a buscar el agua.