"Es otro reto en mi vida. Estoy entre la espada y la pared. Hace falta que luche con todo lo que tengo". Así de arrinconado se sintió Magic Johnson cuando le diagnosticaron el SIDA. El día 7 de noviembre de 1991, el exjugador de la NBA, ganador de 5 anillos, anunció su retirada del baloncesto. Tanto desde la prensa como desde la sociedad, Johnson fue víctima de muchas presiones. Finalmente, decidió dar un paso atrás como consecuencia de la incesante acusación de que pudiera infectar a compañeros o rivales.

Del mismo modo que el base de los Lakers sufrió esta presión y discriminación social, hay mucha gente con VIH que tiene que sobrevivir en un contexto hostil. Víctimas del estigma y de la marginación, miles de personas en todo el mundo viven situaciones similares o incluso mucho más complicadas. Al fin y al cabo, Johnson se pudo beneficiar de la protección que garantiza ser un personaje de gran relevancia social en los Estados Unidos. Por el contrario, la mayoría de las personas que tuvieron que soportar esta presión quedaron totalmente desprotegidas durante aquellos años.

¿Qué harías si la persona que te sirve el café fuese un refugiado? ¿Qué pensarías si la persona a quien compras la fruta tuviese VIH?​

Esta es la razón por la cual la ONU en 2013 decidió que el 1 de marzo empezase a celebrarse el Día de la Cero Discriminación. Para impulsar campañas de concienciación se creó el organismo ONUSIDA, habitualmente expresado como UNAIDS por sus siglas en inglés. Aun así, desde que se tomó esta decisión, este organismo se ha esforzado por ir más allá y visibilizar la discriminación que sufren otros muchos colectivos en la actualidad.

"¿Qué harías si la persona que te sirve el café fuese un refugiado? ¿Qué pensarías si la persona a quien compras la fruta tuviese VIH? ¿Y si tuviese tuberculosis? ¿Cómo actuarías si la persona con quien trabajas fuese homosexual?" Estas son algunas de las preguntas que ONUSIDA lanza este año a la población para que reflexione sobre su manera de actuar respecto a las circunstancias que afectan a los demás. Todo el mundo se puede ver en una situación parecida y la intención es hacer patente que cualquier persona puede revisar sus conductas para conseguir un mundo más justo y sin discriminación.

ONUSIDA propone cinco acciones que todo el mundo puede poner en práctica:

●  Trata a las personas con respeto y no las discrimines por su procedencia, edad, orientación sexual, identidad de género, etc.

●  Rebélate por los derechos de la gente discriminada, incluidas las personas que ejercen la prostitución, la gente que consume drogas, las personas trans, la gente inmigrante, etc.

●   Denuncia la discriminación en redes y otras plataformas.

●   Presiona a los legisladores de tu país para que reforman las leyes discriminatorias.

●  Recuerda a tu gobierno que tiene la obligación de obedecer la Declaración Universal de los Derechos Humanos y asegurar que cualquier persona pueda disfrutar de sus derechos sin discriminación.