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Seis frases que un niño o una niña nunca debe oír

  • 31 enero de 2022
Menor

El lenguaje construye y nos hace pensar, instaura realidades en nuestra mente y nos alegra o nos entristece. Si los adultos somos permeables a lo que el resto de personas nos dicen, los niños lo son mucho más.

Sin darnos cuenta en ocasiones podemos decirles cosas a los niños y a los bebés que pueden ser contraproducentes y que pueden hacerles sentir mal, tristes, faltos de confianza o juzgados de forma injusta.

¿Cuáles son algunas de las cosas que nunca hay que decirles a los niños?

NO LLORES

A veces podemos sentirnos un poco agobiados por las lágrimas de los hijos, que lloran o se emocionan por cualquier cosa. Pero si les decimos ‘no llores’, estamos invalidando tanto sus sentimientos como su forma de expresarlos.

Debemos recordar que los pequeños son más emocionales que nosotros y se expresan así porque no tienen todas las herramientas para hacerlo de forma verbal. Podemos echarles una mano, preguntándoles porqué están tristes, diciéndoles que nosotros también lloramos a veces y que no pasa nada por llorar.

NO ES PARA TANTO

Para los niños cualquier cosa puede ser una tremenda ilusión o una profunda decepción y expresarse acorde a sus sensaciones. Si menospreciamos su forma de sentir, estamos menospreciando su manera de ver las cosas, de la que tanto debemos aprender los adultos. Aunque estén expresando tristeza por no poder ir a la playa, debemos intentar expresarnos de forma respetuosa, diciendo ‘sé que te hace ilusión, pero no vamos a poder ir’ o ‘lamento hacerte sentir así, pero no vamos a poder ir’.

SI TÚ… YO…

Si comenzamos a hacer trueques y sobornos y nos acostumbramos a hacer ese tripo de tratos con los niños, puede ser algo que se vuelva en nuestra contra, porque quizás nos diga que no limpiará su cuarto si no le compramos un juguete.

En cambio es más saludable enseñar al niño la gratitud desde bien temprano. ‘Gracias por ayudarme, sin ti no hubiera podido hacerlo’, ‘menos mal que estabas aquí conmigo, ¡tu ayuda ha sido muy importante!’. De esta manera hacemos sentir útiles e importantes a los niños.

LO HAS HECHO MUY BIEN

Aunque siempre hay que felicitar a los niños cuando hacen algo bien, debemos intentar centrar la atención en el camino hasta el resultado y no en el premio. En vez de ‘has aprobado ¡qué bien!’ es preferible ‘has estudiado muchas horas, has prestado atención en clase y has hecho los deberes, ¡gracias a tu esfuerzo has aprobado!’.

LO ENTENDERÁS CUANDO SEAS MAYOR

El niño tiene preguntas y dudas y no se le explican. Diciendo eso, se les transmite que los niños no tienen derecho a respuestas, que son tontos y que los mayores son los listos y los que saben todo. Y es paradójico, porque estas frases se suelen decir cuando no se les sabe qué contestar. Es más saludable decir ‘¿Sabes qué? No sé cuál es la respuesta, pero si quieres podemos intentar averiguarla juntos’.

YA NO TE QUIERO

El enorme malestar que un niño puede sentir al escuchar algo así es descomunal. Nosotros sabemos que no es cierto, pero ellos no diferencian cuándo decimos en serio una cosa y cuando bromeamos. Un bebé debe crecer sabiendo que sus padres le aman de forma incondicional. Por ello, en vez de decir ‘eres malo, ya no te quiero’, hay que usar fórmulas como ‘no me gusta cómo te has comportado’ o ‘me ha hecho sentir triste cómo te has comportado’.