El rey Qianlong estaba considerado
un sabio en muchas disciplinas, como
poesía, canto, caligrafía o pintura. Es
por ello que dirigió la redacción de la
biblioteca enciclopédica más grande de
la historia china, titulada
Sìkù Quánshū
(
四库全书
). Además, le gustaba el arte
de la cerámica y coleccionar caligrafías y
cuadros antiguos, por lo que la pintura
de la corte imperial llegó a la cumbre.
Fue entonces cuando a Lang Shining se
le promovió como pintor supremo. El
emperador Qianlong visitaba al maestro
italiano casi todos los días y, cuando es-
taba de buen humor, se sentaba a pintar
con él. Al mismo tiempo continuó la
expansión del Antiguo Palacio de Vera-
no, y ordenó a Lang el diseño del mayor
jardín de estilo europeo de toda China,
que quedaría ubicado en el pabellón
occidental, el llamado
Hǎiyàntáng
(
海
晏堂
). Según se dice, en un principio,
Lang quería construir en él una estatua
de una mujer desnuda. Pero a Qianlong
no le pareció una buena idea, con lo que
el jesuita diseñó una fuente con los doce
signos del zodiaco hechos de bronce que
según la hora del día, manaban un cho-
rro de agua determinado.
Por aquel entonces, Lang registró
muchos personajes y acontecimientos
importantes con su pincel, como si de
una cámara fotográfica se tratara, como
la escena en la que Qianlong recibió en
la residencia de montaña de Chengde
(actual provincia de Hebei) a los líderes
de las minorías que le rendían pleitesía.
Durante la época de Qianlong, el ejérci-
to Qing apaciguó tres rebeliones internas
producidas en la provincia occidental de
Xinjiang. Bajo sus órdenes, Lang Shi-
ning, junto con otros pintores occiden-
tales, Wang Zhicheng, Ai Qimeng y An
Deyi, pintó un conjunto de obras que
reflejaban con gran detalle estas situacio-
nes. En total realizó 16 cuadros en los
que se presentaban los principales éxitos
logrados por el ejército Qing y el inci-
dente y el resultado de las rebeliones. Si-
guiendo el consejo de Lang, los cuadros
terminados se enviaron a París para que
el famoso escultor Li Ba los esculpiera
en cobre, hiciera doscientas copias y las
enviara de nuevo a China.
En una ocasión, Qianlong le pidió al
italiano que pintara los retratos de sus
once concubinas. Sin embargo, como
solo el emperador podía verlas, Lang
Shining tuvo que pintarlas imaginándo-
se cómo serían. Cuando el emperador
le preguntó cuál de las concubinas era
la más guapa, el pintor respondió que
no sabía qué decir, pues él solo se había
dedicado a contar las tejas de la techum-
bre del pabellón donde se alojaban las
mujeres. Entonces, Qianlong le pregun-
tó cuántas tejas había en total, a lo que
Lang contestó: “En cada fila hay treinta
tejas”. Tras comprobarlo, el monarca
pensó que el pintor era todo un honora-
ble e íntegro caballero.
Lang era un gran experto en pintar
caballos. Así, alguna de sus obras más
famosas fueron
Caballos pastando en el
prado
,
Practicando equitación
o
Los cien
caballos
, pintadas en 1728. Este cuadro
se trata de un rollo largo con un cente-
nar de caballos en diferentes posturas: de
pie, al trote, arrodillados o acostados, y
unos pastores, situados en los extremos
del rollo, controlando la manada. Gra-
cias al pincel, al papel, a la tinta china y
a la aplicación de las técnicas occidenta-
les destacaba sobremanera la estructura
anatómica, el tamaño y la textura del
pelaje de los caballos. La obra tenía un
significado simbólico evidente: el sabio
emperador era como un pastor que cui-
daba de sus ciudadanos serenamente.
Algunas obras de Lang parecían ser
fruto de la descoordinación debido a la
intervención directa de Qianlong. Así,
había rollos en los que Lang había pinta-
do los rostros de los personajes, mientras
las montañas, las rocas o el fondo del
mismo estaban pintadas por otros artis-
tas señalados por el emperador. Sin em-
bargo, la firma que aparece es la de Lang
Shining. Llama la atención también que
los caracteres escritos en algunos de sus
cuadros tengan trazos demasiado per-
fectos, por lo que se sospecha que no los
escribió él mismo, aunque se sabe que
hablaba mandarín.
Tras más de 50 años trabajando como
pintor de la corte imperial, Lang Shining
consiguió ser el favorito de los empera-
dores Kangxi, Yongzheng y Qianlong,
convirtiéndose así en el maestro princi-
pal de los pintores imperiales y logrando
que sus cuadros colgasen en la librería
privada de Qianlong durante mucho
tiempo. A pesar de todo eso, cada vez
que pintaba un cuadro nuevo, tenía que
mostrarle al emperador un borrador para
su aprobación.
A pesar de su carrera como pintor,
Lang nunca olvidó su vocación misio-
nera. Cuando una vez Qianlong le hizo
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电视剧《宫廷画师郎世宁》中郎世宁为乾隆皇帝画像时的剧照。
Fotograma de la telenovela “Lang
Shining, el pintor de la corte”, en la que Lang Shining está pintando el retrato del emperador
Qianlong.
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孔子学院
总第
23
期
2014
年
3
月
第
2
期