Las intervenciones sobre el patrimonio natural generan efectos económicos, sociales, ambientales y culturales sobre el territorio. El modelo convencional de ocupación de los primeros kilómetros de costa para usos turísticos ha resultado ser tremendamente depredador aunque el turismo de “sol y playa”, a pesar de los discursos permanente sobre el agotamiento del modelo, todavía conserva un atractivo muy elevado para la demanda. En este contexto hay que situar la existencia de la playa del Auir, en el municipio de Gandia, una playa “urbanizable” aunque, por diversas razones, todavía no urbanizada y que muy recientemente se ha convertido en objeto de debate la convocatoria de un concurso de ideas sobre los potenciales modelos de uso de ese espacio territorial. En este trabajo planteamos algunas de las reflexiones derivadas de una de las ideas participantes en este concurso bajo el lema LABHUIR.