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Anamnesis

Adicionalmente a las preguntas habituales que se realizan a nivel académico o de trabajo, hay que tener en cuenta que en los últimos años se ha producido un incremento notable del uso intergeneracional de dispositivos tecnológicos en la vida cotidiana, accediendo a su empleo cada vez a edades más tempranas. Esta tecnología además de servir como entretenimiento para niños y adultos, puede ser útil gestionando múltiples tareas productivas en el hogar, en la enseñanza, en la actividad laboral, etc. Sin embargo, su uso inadecuado puede desembocar, al margen de la dependencia, en problemas de salud (musculo-esqueléticos, estrés visual, insomnio, sordera…), estando agravado por la generalización de la tecnología portátil, la cual al permitir trabajar en cualquier sitio provoca unas condiciones de utilización ergonómicas no naturales.

Existen diversos cuestionarios que orientan en la detección, por ejemplo el cuestionario más utilizado es el Convergence Insufficiency Symptom Survey (CISS V-15[1]) y su versión previa CIRS, ambos específicos para la insuficiencia de convergencia, y el cuestionario de Conlon[2], desarrollado para anomalías visuales en general. A través de la queja principal y la historia completa del sujeto, síntomas, tipo de trabajo / curso escolar, (en el caso de estudiantes), posición y distancias de trabajo, y otras características visuales del entorno, como por ejemplo la iluminación y los reflejos, el óptico-optometrista desarrollará su estrategia o línea de examen. En el caso de que el sujeto no tenga ninguna queja debemos realizar preguntas acerca de su visión y de su función visual (eficiencia visual), valorando si presenta fatiga visual al realizar alguna tarea. El hecho de que un paciente no note ninguna molestia puede indicar supresión de un ojo o que evite realizar una actividad específica para no tener sintomatología.

En la etapa académica, en sujetos predispuestos genéticamente, tal como aumentan las exigencias escolares, (letra del texto más pequeña, las palabras están más juntas, dificultad del texto mayor), aumentan las disfunciones acomodativas y vergenciales, ya que se les exige un mayor nivel de atención, debiendo mantenerse durante un tiempo, surgiendo en sujetos con alteraciones la fatiga rápidamente. Entre los síntomas suelen comentar visión borrosa, dolor de cabeza y molestia alrededor de los ojos, si se adapta haciéndose miope los síntomas desaparecen eventualmente, sino se adapta le ocasiona problemas en las tareas, principalmente de cerca, y en consecuencia puede desencadenar una disminución del rendimiento escolar por fallo del comportamiento del sistema visual. Por ejemplo, niños que leen bien las primeras dos o tres páginas de un libro y que posteriormente le cuesta continuar, suelen ser síntomas de disfunciones acomodativas, en las que la focalización no se puede mantener en el tiempo.

Las anomalías acomodativas, oculomotoras y de la visión binocular suelen ir acompañadas de una serie de síntomas similares, a veces comunes, y asociados a otras afecciones. La mayor parte de la literatura, sobre los síntomas en los trastornos binoculares, coincide con la astenopia, como el de mayor prevalencia frente al resto que se presentan. Otros se manifiestan con un bajo rendimiento en las tareas de visión próxima, manteniendo la binocularidad a costa de un gran esfuerzo.

Cuando se producen síntomas o se desarrolla una supresión, el óptico-optometrista debe decidir si son debidos a causa visual o no. Para ello se realiza un diagnóstico diferencial previo, mediante unas cuestiones orientadas a saber si los síntomas se agudizan al final del día, cuando el paciente está cansado o después de un uso más prolongado de los ojos. En caso de que sea una causa visual y no se trate de una patología o de un problema orgánico, será cuestión nuestra el tratar de solucionarlo.

[1] http://revistasdigitales.uniboyaca.edu.co/index.php/rs/article/view/183/198

[2] http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/135062899394885