El examen refractivo es una parte fundamental dentro del examen ocular de rutina en cualquier etapa de la vida, y su propósito es determinar si la persona tiene un error de refracción que le pueda afectar a su calidad de visión. Siendo importante el saber que prescripción refractiva es la más idónea para optimizar la visión y el confort del sujeto. Además, es fundamental tener una buena refracción previo a analizar el estado del sistema binocular y acomodativo.

El objetivo del examen refractivo es tener controlados los efectos asociados a una incorrecta compensación, obteniendo una imagen nítida y equilibrada entre los dos ojos para que funcionen de una manera conjunta y similar.

Se debe tener en cuenta que la presencia de un error refractivo sin compensar puede crear alteraciones secundarias como:

1. Causar una hipo o hiperacomodación en sujetos no présbitas provocando desordenes de la función acomodativa por la demanda extra sostenida. Por ejemplo, un hipermétrope sin compensar, realiza un esfuerzo acomodativo mayor ya que, además de acomodar de cerca, debe acomodar de lejos por ese error refractivo que compensa con el sistema focalizador. La presencia de pequeños astigmatismos sin compensar origina a menudo astenopia, ya que presentan la inhabilidad para obtener el pequeño círculo de borrosidad estable, produciéndose una fluctuación de la acomodación, en un intento de aclarar la borrosidad en la retina, lo cual origina la fatiga.
2. Crear un incremento de la foria inducida y una demanda inusual de vergencia fusional negativa o positiva, ante la nueva disparidad retiniana demandada.
3. Provocar un desequilibrio entre ambos ojos surgiendo desordenes en la fusión sensorial, por anisometropías, diferente acomodación, etc.
4. Adicionalmente se debe tener en cuenta que la borrosidad de las imágenes, a partir de cierto nivel, dificultan al sistema detectar las disparidades retinianas, al activarse peor el reflejo de fijación fusional implicará una disminución de la capacidad fusional.

Como conclusión al examen refractivo se debe alcanzar una prescripción en la que se obtenga la máxima agudeza visual compensada con el máximo positivo; es decir, la prescripción oftálmica a poner debe permitir tener, bajo condiciones normales, el sistema acomodativo lo más relajado posible en visión lejana con una buena visión.

Por ello al finalizar el examen refractivo es fundamental verificar el estado de la visión binocular, valorando la calidad de la visión simultánea, y que se realiza correctamente la fusión de las imágenes percibidas por los dos ojos. En caso de sospechar la presencia de una anomalía de la visión binocular, adicional al examen refractivo, se debe realizar un análisis más completo de la visión binocular.