En el estudio de la binocularidad del sistema visual, se evalúa el sistema sensorial (proceso neural que sintetiza o integra las imágenes percibidas de ambas retinas en una percepción única); el sistema acomodativo (permite la discriminación y definición de la imagen); y el sistema oculomotor (proceso por el que los dos ojos, en respuesta a estímulos retinianos dispares, se mueven hasta que el objeto de mirada incide en áreas correspondientes), sobretodo dentro de este, el sistema vergencial.
Los tres sistemas están interrelacionados entre sí, actúan a la vez, siendo soporte de cada una de las otras funciones. La gran complejidad en la coordinación de los mecanismos anteriormente relatados, hacen de estas funciones visuales, las más fácilmente vulnerables ante demandas excesivas al sistema.
Para poder mantener la visión binocular en todas las tareas, de una manera clara y confortable, el sujeto necesita que funcionen correctamente una serie de habilidades:
- debe ser capaz de alinear los dos ojos y mantener ese alineamiento durante un cierto periodo de tiempo.
- debe tener la suficiente acomodación, precisa y eficiente para enfocar una tarea determinada.
- debe existir una interacción óptima entre la acomodación y la vergencia.
El objetivo con la valoración preliminar es la detección de forma cualitativa de anomalías visuales que condicionen el examen específico posterior. Son los primeros procedimientos que se realizan después de la anamnesis.