La habilidad de coordinar e integrar lo percibido por los dos ojos es muy importante en actividades donde la información visual, que debe ser procesada rápidamente, se encuentra situada a diversas distancias y en diferentes posiciones. En la visión binocular, resulta especialmente crítica cuando debe mantenerse un alto nivel de actuación en periodos prolongados de tiempo. Las deficiencias en esta habilidad harán que se cometan errores al calcular las distancias y en la localización espacial de los diferentes estímulos.

La detección, identificación o localización de un objeto en el campo visual en el espacio abierto de tres dimensiones es un proceso complejo que involucra muchas funciones. Es importante analizar adecuadamente el sistema visual, además de la visión lejana debemos valorar las capacidades visuales en el entorno de la visión próxima. Se debe tener en cuenta el estado y comportamiento de diversos parámetros, entre los que se encuentran: el enfoque, la distancia de lectura, la capacidad de convergencia y de divergencia en función de la distancia de la tarea visual, la desviación latente o manifiesta de los ejes visuales, y la influencia del medio. Hay que tener en cuenta que se pueden manifestar estos problemas tanto en sujetos emétropes, como en amétropes no présbitas, que pese a llevar una compensación para visión lejana, no les soluciona el problema en visión próxima.