Los denominados Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC), entre los que se encuentra la mediación, han demostrado su eficacia como vías participativas a través de las cuales las personas pueden manejar sus discrepancias, favoreciéndose de este modo el fomento de una cultura de la paz y del diálogo. Asimismo, el acceso a esta vía de gestión de controversias contribuye a la desjudicialización de los conflictos, lo que repercute positivamente en la actuación de la Administración de Justicia.

La nueva Cátedra Institucional Cultura de Mediación entre la Universidad de Valencia y la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública consolida el liderazgo de la Comunidad Valenciana en la implantación de esta modalidad de justicia alternativa que, sólo en los últimos dos años, ha asumido más de 1.500 asuntos que, en caso de haber llegado a los tribunales, habrían costado alrededor de los 1,9 millones de euros.

Frente a una cultura del litigio que nos ha acompañado siglos de historia jurídica, emerge la institución mediadora como un gran modelo de pacificación social adaptable a todo tipo de conflicto que, además, permite trabajar los valores necesarios para la sociedad que vivimos: disminuir el conflicto social, la capacidad de asumir responsabilidad de los actos propios, así como el fomento de la igualdad y la solidaridad entre las personas.