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El CIDE participa en la restauración ambiental del Cabezo Ventura en el Campo de Cartagena

  • 22 junio de 2020
Cabezo Ventura/Autor: Juan Antonio Navarro

Los investigadores del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CSIC-UV-GVA), José Antonio Navarro y Miguel Verdú, participan junto a la Fundación Sierra Minera en las acciones de restauración ambiental del Cabezo Ventura en Cartagena, dentro del proyecto “Sierra Minera verde: acciones para la conservación de la biodiversidad y los valores naturales y la restauración ambiental de la Sierra Minera”, empleando para ello estrategias adecuadas al contexto actual de cambio climático.

El Cabezo Ventura es una elevación volcánica singular del campo de Cartagena con una larga historia de ocupación y usos tradicionales por parte de la población local (pastoreo, pozos de agua, recolección de plantas, zona de esparcimiento). A finales de los 60 del pasado siglo tuvo lugar una repoblación forestal con Pinus halepensis, sin embargo, desde 2015 este pinar sufre una mortandad masiva asociada a la sequía extrema del periodo 2014-2016. La total ausencia de reclutamiento de pinos jóvenes bajo los ejemplares plantados, los escasos crecimientos de los pinos supervivientes dada la edad de la repoblación (aprox. 50 años), así como la expansión de la invasora Nicotiana glauca en todo el reborde del cabezo, junto con los problemas secundarios surgidos del ataque de coleópteros minadores (Scolytidae) aconsejan un plan de restauración ambiental del mismo.

En colaboración con el Ayuntamiento de Cartagena, las acciones de restauración ambiental centradas en torno a 3.63 ha de su vertiente sur, están dirigidas, en una primera fase, a: 1) Sanear la masa de pino carrasco. 2) Mejorar la cubierta vegetal con especies de hábitats naturales propias. 3) Promover la adaptación de la vegetación al cambio climático.

En línea con la nueva Estratègia de la UE sobre Biodiversitat per a 2030, “este proyecto de restauración ecológica persigue no tanto establecer una cubierta vegetal arbórea sino dotar a un ecosistema degradado de una vegetación más resistente a la sequía y sobre todo más resiliente, capaz de recuperarse tras estos periodos de sequía para seguir proveyéndonos de servicios ecosistémicos”, explica Navarro coordinador de las acciones y de las que se hacen eco en los medios locales.

CIDE Comunicación