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La estabilidad de las comunidades vegetales a escala global: cuando la sincronía no hace más bella la danza

  • 8 septiembre de 2020
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Parcelas experimentales/Bayreuth Germany Jentsch

• La baja sincronía entre un pequeño número de especies dominantes podría representar un efecto estabilizador importante en los ecosistemas a escala global.

• Estos resultados acaban de ser publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) por un grupo de más de 20 investigadores de todo el mundo, entre los que se encuentra el investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE, CSIC-UV-GVA), Francesco de Bello.

Se dice que cuando los bailarines danzan en sincronía componen los movimientos armónicos más bellos. La sincronización, entendida como el cambio coordinado simultáneamente, está presente en los procesos naturales que suceden a nuestro alrededor como si de una hermosa danza se tratara. Más allá de las alegorías musicales, el movimiento y el cambio en la naturaleza son una constante. Sin embargo, cuál es el grado de implicación de la sincronía en las dinámicas de sistemas complejos como son los ecosistemas naturales sigue siendo objeto de debate científico y de gran interés por sus implicaciones en la estabilidad de las comunidades ecológicas.

En Ecología el concepto de estabilidad se refiere a la respuesta frente a los cambios, que hace posible la coexistencia de las especies a lo largo del tiempo. Su mantenimiento es fundamental para un provisión sostenida de los múltiples bienes y servicios que los ecosistemas nos suministran. Más si cabe, si tenemos en cuenta el actual escenario de cambio climático y de cambio en los usos del suelo en el que nos encontramos.

Investigadores de más de 20 centros de investigación de todo el mundo, encabezados por el investigador de la Universidad Rey Juan Carlos, Enrique Valencia, y entre los que se encuentra Francesco de Bello, coordinador del proyecto e investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE, CSIC-UV-GVA), han analizado a una escala global los distintos factores que intervienen en la estabilidad de las comunidades vegetales a las perturbaciones.

El estudio, publicado en la prestigiosa revista americana PNAS, demuestra la importancia de la interacción entre la riqueza de especies, la sincronía y los parámetros ambientales en la predicción de la estabilidad de las comunidades en todos los sistemas analizados. Al analizar series temporales de ecosistemas naturales y seminaturales de todo el mundo, se ha comprobado que el grado de sincronía entre las especies dominantes es el principal impulsor de la estabilidad, más que la riqueza de especies per se. Para el análisis, tal y como nos explica Francesco de Bello “recopilamos de fuentes de datos de todo el mundo los datos de 7788 parcelas de vegetación natural y seminatural de las que disponíamos de registros anuales de un periodo de al menos seis años. Los datos recopilados nos permitieron comparar las relaciones entre la riqueza de especies, la sincronía y la estabilidad con las predicciones teóricas, considerando los tipos de vegetación, climas y usos del suelo”. Como principal resultado de este trabajo se demuestra que la baja sincronía entre un pequeño número de especies dominantes podría representar un efecto estabilizador importante, frente al resto de factores, en los ecosistemas de todo el mundo.

Este resultado resulta de gran importancia para una gestión sostenible de nuestros ecosistemas. En este sentido, los investigadores apuntan que las intervenciones destinadas a proteger los ecosistemas contra los efectos del aumento de las variaciones ambientales, en un contexto de cambio global, deben centrarse en promover el mantenimiento o la selección de especies dominantes con diferentes adaptaciones o estrategias que darán como resultado una baja sincronía, en lugar de centrarse en aumentar la riqueza de especies per se.

Referencia:

Enrique Valencia, Francesco de Bello, Thomas Galland, Peter B. Adler, Jan Lepš, Anna E-Vojtkó, Roel van Klink, Carlos P. Carmona, Jiří Danihelka, Jürgen Dengler, David J. Eldridge, Marc Estiarte, Ricardo García-González, Eric Garnier, Daniel Gómez, Susan Harrison, Tomas Herben, Ricardo Ibáñez, Anke Jentsch, Norbert Juergens, Miklós Kertész, Katja Klumpp, Frédérique Louault, Rob H. Marrs, Romà Ogaya, Gábor Ónodi, Robin J. Pakeman, Iker Pardo, Meelis Pärtel, Begoña Peco, Josep Peñuelas, Richard F. Pywell, Marta Rueda, Wolfgang Schmidt, Ute Schmiedel, Martin Schuetz, Hana Skalova, Petr Šmilauer, Marie Šmilauerová, Christian Smit35, Ming-Hua Song36, Martin Stock, James Val, Vigdis Vandvik, David Ward, Karsten Wesche, Susan K. Wiser, Ben A. Woodcock, Truman P. Young, Fei-Hai Yu, Martin Zobel, Lars Götzenberger. (2020). Synchrony matters more than species richness in plant community stability at a global scale. PNAS. 2020. PNAS first published September 8, 2020 

https://doi.org/10.1073/pnas.1920405117

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