El estrés es una de las principales causas de enfermedad mental como la depresión o la adicción a drogas. Los modelos animales han permitido el estudio de las bases neurobiológicas que subyacen a los efectos del estrés social y en concreto, el modelo de derrota social ha permitido relacionar la respuesta de neuroinflamación con las alteraciones conductuales producidas por el estrés social. Gracias a este modelo se ha podido caracterizar la ansiedad, el fenotipo depresivo y el incremento en el consumo de drogas como el alcohol que se produce tras la exposición al estrés social. 

Los estudios que utilizan el modelo de derrota social han informado de un incremento en numerosos marcadores proinflamatorios, que se inicia ya tras la primera exposición a la derrota y que se mantiene durante varias semanas, acompañado de un incremento en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica que aun amplifica más la respuesta neuroinflamatoria.  

A pesar del conocimiento adquirido en estos últimos años, seguimos sin haber estudiado prácticamente las características de la respuesta al estrés en las hembras, ya que este modelo está diseñado para ser empleado en animales macho. Igualmente, aunque algunos grupos de investigación hemos estudiado la respuesta a la derrota social en animales adolescentes, se han realizado pocos estudios en este momento crítico del desarrollo, y prácticamente ninguno en hembras adolescentes.