
El viernes 18 de octubre se desarrolló la primera salida del máster en su actual edición 24-25, en el marco del módulo Sistemas Naturales y Sociedad, y con el fin de conocer y reflexionar in situ sobre los procesos de erosión de suelos, su génesis y consecuencias ambientales
El viernes 18 de octubre se realizó la primera salida de campo del curso académico 24-25, en el marco del módulo obligatorio de Sistemas Naturales y Sociedad y, más concretamente, de la mano del prof. Artemi Cerdá y los contenidos que imparte en este sobre los procesos de erosión de suelos. Al ser una actividad desarrollada durante la primera semana de clases del máster, aparte del aprendizaje que supuso para los 30 estudiantes que asistieron, permitió a estos conocerse más y mejor e iniciar las primeras redes de apoyo y de amistad.
La salida en sí se organizó en dos partes claramente diferenciadas. Una primera, de carácter voluntaria, a la huerta de Valencia, y una segunda ya obligatoria, al Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca. El acceso a la huerta de Valencia partió desde la misma puerta de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia, con destino al municipio de Alboraya (Valencia). Durante el trayecto realizado a pie (de hora y media de duración), se observaron diversas parcelas con cultivos en regadío y se reflexionó sobre el uso recurrente de diversos tipos de pesticidas, su incorporación a la cadena trófica e impacto sobre la salud de las personas, o los procesos de cultivo de la chufa, por ejemplo, el cual, en ciertas ocasiones, en su modalidad tradicional, conlleva la quema de restos de siembra que pueden generar graves dinámicas de erosión en el suelo.
Para la segunda parte de la salida, los estudiantes se desplazaron en autocar hasta el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca, con motivo de contrastar in situ algunos de los aspectos clave de este espacio natural, su integración con actividades económicas y culturales antrópicas, y la incidencia de estas en el desarrollo del propio parque. Para ello, se recorrió un itinerario de aproximadamente 6,5 kilómetros en unas dos horas, atravesando parcelas de cultivos tradicionales, algunos activos y otros ya en claro abandono (como el caso de algunos arrozales que dejan en desuso toda una infraestructura de canales y acequias las cuales transforman el paisaje), huertos de naranjos, secanos y varias fincas de eminente carácter rural. Se realizaron un total de cinco paradas:
En la primera parada, se observó la disposición de los cultivos de índole más tradicional de la zona. Estos estaban conformados por zanjas de tierra intercaladas a las áreas de drenaje de la propia marisma, de donde se llenaban calabazas para el riego. Hoy esos sistemas de regadío se encuentran sustituidos por otros más modernos como riego por goteo. Se trata de un espacio natural que tradicionalmente albergaba gran diversidad de especies, pero con el paso del tiempo estas has ido disminuyendo a la vez que han aumentado la presencia de especies invasoras. En esta primera parada se aprovechó también para analizar el cambio de modelo de usos del suelo en la zona, a partir de la Guerra Civil y la afección de esta a la economía.
En la segunda parada se profundizó en cuestiones como el descenso de 50 % al 3 % de población agrícola, y cómo la intensificación de los cultivos ha llevado a un aumento de la productividad, que finalmente ha contribuido a una bajada de los precios de los productos en origen, que se hace insostenible para mantener el modelo de vida del agricultor tradicional.
En la tercera parada se explicó la utilización de las trampas ecológicas, destinadas al control de plagas como la “mosca del mediterráneo”, que se observaba con facilidad durante todo el recorrido en diversos árboles. Además, se expuso la utilización de coberturas verdes entre cultivos como ejemplo de las Nature-Based Solutions, alternativa a dejar el suelo desnudo con beneficios como la mejora de la infiltración del agua, el aumento de la biodiversidad de la zona, el mencionado control de plagas o la mejora de las propiedades edáficas del suelo. Como ejemplo, el sembrado de habas entre los cultivos, o la siembra de avena, ya que uno y otro ayudan a fijar nutrientes como el nitrógeno.
En la cuarta parada, tras acceder a un punto de observación en resalte sobre el conjunto del marjal, se comentó el cambio del paisaje y la presencia en la zona de ciertas turberas, algunas de las cuales siguen siendo explotadas a nivel local.
En la quinta parada, en la playa y cerca del antiguo cuartel de carabineros, ya en ruinas y casi en el mar, se reflexionó sobre los procesos que dan lugar al entorno natural. Lo aportes sedimentarios, procedentes de la zona norte del área del Prat de Cabanes-Torreblanca, a lo largo de un largo proceso de sedimentación y redistribución por la deriva litoral, fueron formando un cordón litoral de arena y grava que al final conformó el cierre de la marisma. Con el tiempo, fenómenos como la disminución del aporte de sedimentos han ido ganando terreno al cordón y disminuyendo este. En un futuro, existe la posibilidad que este se rompa y conecte la marisma con el mar, cambiando así la estructura que conocemos.
Tras caminar de vuelta por la costa, la salida de campo finalizó en el Centro de Interpretación del Parque Natural, donde se pudo observar, entre otros aspectos, una maqueta de la distribución del Parque. Igualmente se aprovechó ese espacio para concluir la jornada poniendo en valor las funciones de conservación y divulgación que se realizan desde este tipo de centros.
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