
La Universitat de València (UV) y el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València, están investigando si existe una pérdida de la conectividad en el hipocampo (una estructura cerebral que desempeña un papel crucial en la memoria y el aprendizaje) en la enfermedad de Alzheimer de forma temprana. Para ello, se está analizando si las fibras nerviosas que conectan el hipocampo izquierdo y derecho (la comisura del hipocampo) están dañadas y esto tiene alguna repercusión funcional. Mañana jueves 21 se celebra el Día Mundial del Alzheimer.
“Hasta ahora las terapias se han enfocado en eliminar las sustancias tóxicas que se acumulan en el cerebro de los pacientes o en la neurodegeneración, por lo que el actual estudio podría aportar un nuevo enfoque para la búsqueda de tratamientos que se centraran en otro proceso como es la pérdida de mielina”, explica Ana Lloret, que lidera este trabajo, catedrática de Fisiología de la UV e investigadora del Grupo en Envejecimiento y Ejercicio Físico de INCLIVA y CIBERFES (Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable) del Instituto de Salud Carlos III.
“La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia en el mundo y es una enfermedad neurodegenerativa sin tratamiento curativo o preventivo hasta el momento. No sabemos a qué se debe el inicio de la enfermedad y esto complica la búsqueda de tratamientos efectivos. Por ello, creemos importante buscar nuevas hipótesis de posibles mecanismos que estén implicados en el comienzo de la misma”, añade.
El equipo de investigación ha podido ver por resonancia magnética imágenes compatibles con una pérdida de mielina, una sustancia que recubre las fibras nerviosas, que, cuando se daña o destruye impide la comunicación adecuada entre las neuronas en la comisura del hipocampo y alteraciones en el electroencefalograma en los pacientes que han participado hasta ahora en el estudio.
Los resultados preliminares en pacientes de Alzheimer de esta investigación acaban de presentarse en el XI Congreso Mundial de Neurociencia IBRO 2023 –celebrado en Granada entre el 9 y el 13 de septiembre–. En la investigación se han utilizado dos modelos. Por un lado, experimentos en ratones transgénicos que desarrollan la enfermedad de Alzheimer y, por otro, pacientes con deterioro cognitivo leve y con enfermedad de Alzheimer del Hospital Clínico de València, así como controles sin demencia. A cada individuo se le ha realizado una resonancia magnética y luego un electroencefalograma. Los experimentos en ratones los han llevado a cabo las doctorandas Artemis Ftara y Rut Campos.
La investigación, que se inició en septiembre de 2022 y está previsto que finalice en junio de 2025, ha obtenido una financiación de 121.000 euros del Ministerio de Ciencia e Innovación (PID2021-127236OB-100). La investigación también esta codirigida por Ana Cervera, del laboratorio de Circuitos Neuronales de la UV. Participan, además, Ángeles Lloret y Tatiana Enríquez (Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Clínico de València), Begoña López (Servicio de Neurología del Hospital Clínico de València) y José Luis León Guijarro, neurorradiólogo y jefe de Radiología de la Clínica Ascires-Universitat de València.
Sobre el día Mundial del Alzheimer
El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento y cuyos síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo. El envejecimiento de la población conlleva un aumento de la cifra de personas que desarrollan la enfermedad, con un grave impacto en quienes la padecen y en su entorno más inmediato. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con demencia, y se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones en 2030.