Este húmero de Paracamelus aguirrei (Morales, 1984) es una pieza de gran interés con la que queremos homenajear al paleontólogo a quien se dedicó la especie, Emiliano Aguirre Enríquez. Director de las excavaciones de Atapuerca, fue uno de los primeros en estudiar el yacimiento donde se descubrió esta nueva especie, en el municipio valenciano de Venta del Moro.

El yacimiento es uno de los más importantes de Europa por la variedad y excelente conservación de mamíferos del Mioceno Superior. La mayoría de estos fósiles corresponden a especies que pudieron haber llegado a la Península Ibérica como consecuencia de la llamada Crisis del Messiniense (hace 6 millones de años), un evento geológico en el que el Mediterráneo se secó. Esto ocurrió debido a la elevación del Estrecho de Gibraltar, lo que bloqueó el flujo de agua desde el Atlántico. Con esa falta de aporte de agua, el Mediterráneo se convirtió en un desierto con algunos pequeños lagos salinos diseminados.
Descubierto en 1969, este yacimiento acumula restos de especies terrestres que llegaron hasta lo que hoy en día es la Comunidad Valenciana. Entre estas especies podemos encontrar rinocerontes de tamaño similar a los actuales, hipopótamos del género Hexaprotodon o restos de Anancus arvernensis, un proboscídeo de tamaño similar a los elefantes asiáticos actuales. Además, encontramos este húmero de Paracamelus aguirrei, un camello mucho más grande que los actuales, cuyo género proviene de Norteamérica, constituyendo el resto de camello más antiguo de Eurasia. Se cree que esta especie podría no poseer joroba debido a que habitaba entornos de estepa, por lo que no requeriría reservas alimenticias, como los camellos actuales.