Huella de tortuga fósil de hace 227 millones de años. Domeño, Valencia. Colección de Paleontología del M[UV]HN.
Este ejemplar forma parte de un estudio que abarca unos 46 restos. Las huellas encontradas han aparecido en unas areniscas de poco espesor, depositadas entre yesos versicolores (antiguos ambientes salinos) de la facies Keuper, tan abundante en Valencia. Este fósil es uno de los hallazgos más antiguos conocidos de huellas de tortuga. El yacimiento constituye, además, el más abundante a nivel mundial en cuanto a registros de este grupo en materiales del Triásico. Este periodo se caracteriza por ser muy árido a nivel general, aunque tuvo un episodio climático muy lluvioso, conocido como el Evento Húmedo Carniense, que se registra en toda Europa y que favoreció la abundancia de depósitos fluviales y comunidades biológicas relacionadas con estos hábitats.