Desde la entrada en vigor del Real Decreto 463/2020 de 14 de marzo, en el que se declaraba el estado de alarma por crisis sanitaria provocada por la Covid-19 hemos vivido una vorágine de cambios sociales y organizativos que han supuesto todo un reto de adaptación.
Finalmente el pasado 5 de julio de 2023 se publicó el acuerdo por el cual se declaraba la finalización de la esta situación, a raíz que la Organización Mundial de la Salud determinase que la Covid-19 ya no constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional, convirtiéndose en un problema de salud establecido y persistente que requiere de otros mecanismos de vigilancia y control.
Al dejar de ser una emergencia sanitaria se han derogado las medidas excepcionales que le fueron de aplicación, pero es importante resaltar que sigue siendo un asunto relevante para la salud pública, por lo que es importante mantener una serie de recomendaciones para proteger especialmente a las personas más vulnerables, y facilitar el control y seguimiento de esta enfermedad.
Estas recomendaciones, basadas en la cultura de responsabilidad que hemos adquirido durante todo este tiempo, consisten en:
- Hacer uso de mascarillas en caso de presentar sintomatología de afección respiratoria, principalmente en espacios compartidos.
- Mantener una adecuada higiene de manos, especialmente si presenta síntomas y comparte equipos o herramientas.
- Mantener en la medida de lo posible una adecuada ventilación de los espacios.
En el siguiente enlace puede seguir consultando todas las recomendaciones vigentes, cómo actuar actualmente en caso de ser persona positiva o contacto estrecho y resolver todas las dudas que a fecha de hoy nos sigue planteando la Covid-19:
