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Ascensión Chirivella Marín

  • Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
  • 28 enero de 2018
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La profesora de Derecho e Historia del Derecho Pilar Hernando habla sobre la trayectoria de Ascensión Chirivella, la primera mujer en colegiarse como abogada en España.

En enero de 1922, la valenciana María Ascensión Chirivella Marín (València, 1893 – México, 1980) se convirtió en la primera licenciada en Derecho que pudo colegiarse en España para ejercer como abogada, tal y como recoge la revista Blanco y Negro el 11 de diciembre de 1921. En este anuario ilustrado aparece una fotografía de Ascensión Chirivella vestida con toga y pajarita junto a un pie que resalta que «ha obtenido en la Universidad Central el Título de Licenciado en Derecho y Filosofía». En este mismo año entra a formar parte del Colegio de Abogados de València y desde entonces empieza a ejercer la profesión como lo hacían sus compañeros de promoción, a diferencia del que ocurría a otras mujeres, que intentaban colegiarse en países vecinos como Francia, Bélgica o Italia, a las cuales se los rechazaba la solicitud.

En un primer momento estudió Filosofía y Letras en la Universitat de València. En esta misma universidad cursó la asignatura de Pedagogía de los estudios de Magisterio, una carrera profesional que realizaban de manera muy habitual las mujeres que entraban al mundo académico superior en aquel momento. Sin embargo, Ascensión –hija de un procurador de los tribunales y por ello continuó la tradición jurídica familiar– se matriculó en la licenciatura de Derecho, y se especializó en Derecho Civil al mismo tiempo que participaba activamente en reuniones para reivindicar los derechos de las mujeres. Al acabar la Guerra Civil, su defensa de la II República la trajo al exilio en México, donde murió. Durante el tiempo de su exilio, fue colaboradora de la Junta de Cultura Española, que aglutinaba a muchas de las personas intelectuales exiliadas como consecuencia del triunfo del bando nacional en la guerra del 36.

La professora de Dret i Història del Dret, Pilar Hernando parla sobre la trajectòria d'Ascensión Chirivella

 

Cuando las mujeres consiguieron ejercer la abogacía en España, la legislación les prohibía acceder a la judicatura y a la fiscalía. En concreto, el artículo 3.2.c de la Ley 56/1961 del 22 de julio sobre derechos políticos, profesionales y de trabajo de la mujer estableció su acceso en los lugares de la función pública en idénticas condiciones que el hombre. A partir de entonces las mujeres podían participar en oposiciones, concursos oposiciones y cualquier otro sistema para la provisión de plazas de las administraciones públicas. Pero esta ley exceptuó el ingreso de las mujeres en los tres ejércitos: la marina mercante, los institutos armados y los cargos de magistrados, jueces y fiscales en la Administración de Justicia. Mientras esta ordenanza se mantuvo vigente, la incorporación de las mujeres al poder judicial se retrasó hasta media década después, cuando la Ley 96/1966 del 28 de diciembre admitió su participación en las carreras judicial y fiscal y derogó el artículo de 1961. La nueva reforma justificó la anterior normativa aduciendo que aquella excepción de género respondió no a la idea de una falta de capacidad o responsabilidad de la mujer para ejercer tales cargos, sino a una protección de sus sentimientos ante determinadas actuaciones que el cumplimiento del cargo hacía ineludibles.

El año 2012 la Associació de Juristes Dones d’Alzira (AJUDA) comenzó a organizar un homenaje a Ascensión Chirivella y convocó el Premio AJUDA a la Igualdad Ascensión Chirivella Marín tomándola como ejemplo de gente que trabaja por la igualdad con convicció