Este encuentro online aborda la necesidad de un replanteamiento del modelo turístico actual para hacerlo más sostenible a nivel social y ambiental, así como más resiliente frente a las crisis y, especialmente, ante uno de los mayores retos que ha enfrentado la humanidad: la emergencia climática.
El pasado jueves 3 de diciembre, tuvo lugar la mesa de debate virtual “hacia un turismo justo y bajo en carbono” organizadas por la Green European Foundation, Fudación Transición Verde y la Casa Encendida. En este debate conto con la participación de Aurora Pedro Bueno, directora en la Universitat de València de la Cátedra Interuniversitaria de Nueva Transición Verde; Javier Benayas, miembro del Consejo Aseso de la Red Española de Desarrollo Sostenible; Karima Delli eurodiputada del Grupo Verdes/ALE; y Rosa M. Tristán como moderadora.
Desde las últimas décadas del siglo pasado, el turismo se ha posicionado como uno de los principales motores de la economía española. Como actividad vinculada estrechamente con la movilidad ha registrado una caída notable en la crisis desencadenada por la pandemia del Covid-19. Se estima que en Europa se podrían perder hasta 22 millones de empleos relacionados con el sector turístico. El peso de esta actividad en el PIB de la economía española nos da una idea del impacto de la crisis en nuestro país.
Entre los participantes hubo acuerdo en que el modelo turístico sigue las pautas del modelo de consumo que se ha generalizado en las últimas décadas y que, como remarcó Javier Benayas “este virus es una llamada de atención por todo lo que está por venir, porque el modelo que estamos viviendo, de habitantes y de consumo, no tiene futuro”.
Una de las cuestiones que señaló Aurora Pedro fue la necesidad de que España, como líder mundial en turismo -en producto turístico y en política turística- debería liderar la acción hacia un desarrollo turístico sostenible. En su opinión, aunque en España se ha avanzado algo en esta línea, hace falta una acción más valiente que nos posicione en el camino de paradigma en turismo.
Entre los retos que tiene el modelo turístico español y que aparecieron en la mesa con el objetivo de crear un turismo sostenible a largo plazo, destacamos la necesidad de redimensionar el fenómeno low-cost especialmente en el ámbito de la movilidad aérea. Según informes recientes, las emisiones del transporte aéreo han sido subestimadas y podrían representar tres veces más de lo estimado. Mientras no contemos con combustibles que tengan menor impacto en las emisiones, los únicos instrumentos que podemos aplicar son impuestos verdes. Tal y como se señaló durante el debate, el queroseno no paga ningún impuesto en Europa y esto es una situación difícilmente explicable. Como señaló Aurora Pedro no es sostenible seguir con un modelo de turismo que comercializa vuelos por 5 euros, porque necesitamos un turismo que genere más gasto, más ingreso para los destinos. Es decir nos “sacrificamos” para recibir un tipo de turismo, a veces, depredador que no genera un mínimo de ingreso. Además, cabe destacar, la necesidad de medir la huella de carbono del turismo en los destinos que, por ahora, sólo ha sido medida en la ciudad de València.
Karima Delli, añadió que no es cuestión de únicamente pensar en cómo recuperar la hostelería tras la vacuna, sino que es primordial pensar en la solución al turismo de masas y, por ello, hay que promover el turismo de interior, pero diseñando modelos de gestión para acoger el turismo en los entornos naturales que son de mayor debilidad y fragilidad que los urbanos.
