
El pasado 12 de agosto de 2023 el cáncer le ganó la última y definitiva batalla a José Antonio Álvarez Jareño. Y eso que Jare, como cariñosamente le llamaban sus muchos amigos y compañeros, luchó con todas sus fuerzas para superar la enfermedad que con tanto infortunio acabó truncando sus mejores expectativas de desarrollo profesional y personal.
“… recuperarme y poder volver a hacer lo que más me gusta que es enseñar lo poco que sé a mis alumnos”
escribía en uno de sus últimos wasaps, hacia mediados de julio pasado.
José Antonio accede a la Universitat de València en 1998, en calidad de Profesor Asociado y compagina su dedicación docente con su cargo de Director Técnico en una de las más importantes Corredurías de Seguros de Valencia.
Su implicación con la docencia y la investigación universitaria va ocupando cada vez más espacio en su proyecto vital y, tras ganar el correspondiente concurso, a partir de septiembre de 2020 se dedica en exclusiva a la Universitat de València ocupando una plaza de Profesor Ayudante Doctor en el Departamento de Economía Aplicada.
Con una importante formación en Business Intelligence y Big Data, José Antonio se definía como un científico de datos dedicado a “buscar un patrón que no se puede explicar con causalidades estadísticas”. Experto en Machine Learning, y otras técnicas estadísticas avanzadas propias de la Inteligencia Artificial, cabe destacar su labor como investigador en la Cátedra Deblanc, o sus colaboraciones con los Institutos de Actuarios oficiales de España y de Portugal para promover y fomentar la investigación en Ciencias Actuariales y en Gestión de Riesgos.
Siempre dispuesto a colaborar y emprender nuevos retos, en marzo de 2021, José Antonio acepta formar parte del equipo decanal de la Facultat d’Economia asumiendo el cargo Vicedecano de Calidad, Acreditación y Planificación.
Pero la aparición de un cáncer galopante, esa persistente y maliciosa enfermedad, ha acabado truncando todas sus mejores expectativas y, al tiempo, nos ha privado a todos de seguir disfrutando de la inteligencia, capacidad de trabajo y amistad que, generosamente, José Antonio nos ofrecía cada día nada más entrar por la puerta de su Facultad.
¡Descanse en paz!