
Una deconstrucción de los experimentos «cruciales» en la historia de la biología molecular.
En el ámbito de las ciencias de la vida, el siglo XX se suele caracterizar como el escenario de un proceso de molecularización. Dicho proceso se ha explicado de formas diversas. Por ejemplo, la historiadora Pnina Abir-am lo ha explicado como una colonización de las ciencias de la vida por parte de las ciencias exactas (o «duras»). Esta colonización se habría dado de manera sucesiva y condicionada por el desarrollo de grandes conflictos bélicos y el papel protagonista que jugó una y otra ciencia en cada uno de ellos. La química habría colonizado las ciencias de la vida a partir de la primera guerra mundial, surgiendo la bioquímica. La física lo haría a partir de la segunda guerra mundial, surgiendo la biología molecular. Y en el contexto de la guerra fría lo haría la computación y las altas tecnologías, surgiendo así la moderna biotecnología. La molecularización de las ciencias biológicas también se ha explicado en base a la institucionalización de la bioquímica y la genética como disciplinas a principios del siglo XX y su posterior encuentro en el surgimiento de la biología molecular. La biología molecular podría quizá haberse concebido como una disciplina con entidad propia inicialmente o a partir de la década de 1960. Pero finalmente, y sobre todo a partir de la década de 1980, adquirió la identidad de ultradisciplina, desde la que impregnaría todo el ámbito de las ciencias de la vida.
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