18 de de desembre de 2015

Origen

El virus zika se identificó por primera vez en Uganda en el año 1947, en los bosques de Zika. Se descubrió en un mono Rhesus cuando se realizaba un estudio acerca de la transmisión de la fiebre amarilla en la selva.

En 1952, análisis serológicos confirmaron la infección en seres humanos en Uganda y Tanzania. Sin embargo, no fue hasta 1968 que se logró aislar el virus con muestras que provenían de personas de Nigeria.

En el año 2007 se registró la infección en la isla de Yap, que forma parte de la Micronesia, en el Océano Pacífico. A finales de octubre del año 2013, se inició un brote en la Polinesia Francesa, también en el Pacífico, en el que se identificaron 10.000 casos.

En febrero del 2014 el virus fue detectado en América Latina por las autoridades de Chile, que confirmaron el caso en la Isla de Pascua. También coincidió con un brote en Nueva Caledonia y las Islas Cook, de nuevo en el Océano Pacífico.

Hoy, el virus continúa propagándose por toda la región. El pasado noviembre las autoridades de salud de México confirmaron los dos primeros casos autóctonos del virus en el país. La titular de la Secretaría de Salud, Mercedes Juan López, indicó que los casos se presentaron en los estados de Chiapas y Nuevo León. Este hecho ha llevado a los mexicanos a adoptar medidas de prevención, como la eliminación de los sitios de anidación del insecto transmisor, el Aedes aegypti, un mosquito que además de propagar el virus del zika, es también el causante del dengue y el chikungunya. Los síntomas de las tres enfermedades son muy similares, y también están muy relacionados con el virus del Nilo Occidental y la encefalitis japonesa.

Síntomas

El tiempo de incubación suele oscilar entre 3 y 12 días. Es después cuando aparecen los síntomas. No obstante, la infección también puede darse de forma asintomática. Según un estudio publicado en la revista médica The New England, solo una de cada cuatro personas desarrolla síntomas.

Los síntomas duran entre cuatro y siete días. La persona puede tener fiebre de menos de 39ºC, dolor de cabeza, debilidad, dolor muscular, inflamación de manos y pies, erupción en la piel o conjuntivitis. Son menos frecuentes los vómitos, la diarrea, la falta de apetito o el dolor abdominal.

Tratamiento

Se aconseja ingerir líquido en abundancia, ya que la enfermedad provoca una abundante pérdida del mismo. No existe una vacuna, ni tampoco un tratamiento específico para el zika, únicamente un manejo sintomático que consiste en descansar y en tomar paracetamol o acetaminofén para el control de la fiebre.
Por el momento, no ha habido ninguna muerte debida a esta enfermedad, la mayoría de personas se recuperan y la tasa de hospitalización es baja.