Un neonato de alitán Scyliorhinus stellaris no consigue salir de su huevo. MUVHNZV0001. Colección Ictiológica del MUVHN.
El alitán es una especie de tiburón distribuida en el atlántico nororiental, desde las costas de Escandinavia hasta Senegal y el Mar Mediterráneo. Se trata de un tiburón de mediano a pequeño tamaño, que puede alcanzar los 160 cm de longitud en estado adulto. Habita las zonas de litoral, con preferencia entre los 20 y 60 metros de profundidad, donde se alimenta de cefalópodos y, en menor medida, también de peces, moluscos y crustáceos.
Los huevos de tiburones están formados por una envoltura compuesta de fibras de colágeno, que les otorga una consistencia dura y actúa como un estuche para proteger el embrión. Las hembras los depositan en lugares seleccionados, generalmente adheridos a algas marinas o rocas del fondo. Algunos de estos huevos, según las especies, disponen en sus extremos de unas proyecciones denominadas cuernos, que en ciertas casos, como el que nos ocupa, alcanzan una longitud importante, con una forma semejante a zarcillos que pueden ayudar en la adhesión al sustrato. El huevo permanece en este estado hasta su eclosión, que se produce entre 9 y 11 meses después, aproximadamente.
La imagen nos muestra un suceso trágico. Un neonato de alitán no ha podido desprenderse completamente de la envoltura del huevo. Tal vez éste último se haya soltado de su soporte y el pequeño tiburón no ha encontrado el empuje suficiente para liberarse. El ejemplar se encontró en la Playa de la Arnía, en el municipio cántabro de Santa Cruz de Bezana, en octubre de este mismo año. Debemos su depósito en el MUVHN a sus descubridores: Álvaro Carrasco y Candela Sánchez.
El alitán es una de tantas especies que en la actualidad están muy perjudicadas por las capturas no selectivas con redes de arrastre, palangres y otros métodos de pesca. Aunque en algunas localidades pueden llegar a ser abundantes, se ha constatado un fuerte declive de sus poblaciones en el Mediterráneo.