Las especies invasoras se han convertido en uno de los problemas medioambientales más críticos de la actualidad.

Ejemplares macho (izquierda) y hembra (derecha) con códigos de colección MUVHNZE2475 y MUVHNZE2455, respectivamente. Colecciones entomológicas de la Universitat de València. Fotografías: Sergio Montagud
El aumento alarmante de la introducción accidental de especies exóticas parece directamente vinculado con el comercio global. Algunos grupos de organismos son más proclives a ser trasladados en los contenedores y embalajes de transporte y, entre ellos, destacan los escarabajos perforadores de la familia Cerambycidae. Se estima que un total de 19 especies de cerambícidos exóticos se han establecido en Europa de forma accidental, la mayoría provenientes de Asia.
El escarabajo perforador de las moreras (Xylotrechus chinensis) es un coleóptero exótico de mediano tamaño (15–25 mm de longitud), con unas características bandas amarillas y negras en los élitros y el tórax que le confiere una coloración similar al de las avispas. El objetivo de este patrón es el de engañar a los depredadores haciéndose pasar por un himenóptero capaz de picar con su aguijón. Sin embargo, el coleóptero es totalmente inofensivo y desprovisto de veneno.
Esta especie no es nativa de Europa; su distribución natural abarca extensas áreas en el este de Asia, incluyendo China, Taiwán, Japón y la península de Corea. En el año 2007 se detectaron algunos ejemplares en Alemania, dentro de un contenedor de madera procedente de China y que habría actuado de vector en el transporte accidental del insecto. En 2013 se confirma una población bien asentada, atacando moreras urbanas, en la provincia de Barcelona y en 2017 se reporta otra población en Grecia. Las dos citas anteriores corresponden a poblaciones activas capaz de reproducirse en territorio europeo y, por lo tanto, susceptibles de expandirse a otras áreas próximas. Así, en 2018 se detecta por vez primera en Quartell (Valencia), atacando de nuevo ejemplares de moreras urbanos. Desde entonces, este último núcleo poblacional de la especie se ha ido extendiendo en todas direcciones, alcanzando los municipios próximos de Almenara, la Llosa, La Vall d’Uixó y Sagunto.
Los adultos emergen en los meses de junio a agosto y son activos durante el día. Las hembras depositan los huevos entre las grietas de la corteza de las moreras, generalmente en la parte superior del tronco principal. Las larvas son perforadoras y durante meses realizan galerías de alimentación en el interior de la madera, donde permanecen hasta bien entrada la primavera siguiente, momento en el que realizan una cámara pupal para transformarse en adultos. Si la población que vive a expensas de una morera es numerosa, el daño producido por las larvas y los orificios de salida de los adultos pueden dañar considerablemente al árbol, produciendo la caída de ramas y, posteriormente, su muerte.
En el municipio de Sagunto la plaga se ha establecido de forma muy intensa y los ataques a las moreras de las avenidas y vías urbanas es considerable. Multitud de ejemplares de estos árboles están atacados gravemente, mostrando numerosos orificios de salida y exudaciones a lo largo del tronco. En alguna ocasión se ha reportado la caída de ramas grandes por las perforaciones a las que están sometidas, poniendo en riesgo a la población ante tales incidentes. Los servicios municipales han debido intervenir para intentar contener la plaga y se ha procedido con la tala y retirada de los árboles con sintomatología más intensa de ataques.
Exponemos, junto al insecto plaga, los efectos de su ataque en las moreras. En las fotografías adjuntas se muestran los síntomas y la actuación de los servicios municipales en la retirada de varios ejemplares del municipio de Sagunto. Cualquier evidencia de un ataque similar en ejemplares de moreras de otras localidades valencianas, sería interesante reportarlo, con el objeto de conocer la expansión del insecto e intentar frenar su establecimiento mediante tratamientos específicos del arbolado.