Ejemplar de pangolín gigante (Manis gigantea) de la colección del Museo de Ciencias Naturales Padre Ignacio Sala S.J. Código: MUVHNZJ0403. M[UV]HN.
Los pangolines son un grupo muy especializado de mamíferos cuya característica más notable es la presencia de escamas que cubren casi la totalidad del cuerpo. Se alimentan exclusivamente de invertebrados, principalmente hormigas y termitas, a las que acceden desmontando los nidos y galerías de las colonias de estos insectos con sus fuertes patas anteriores y sus largas garras.
Disponen de un olfato muy desarrollado y, para defenderse de los depredadores, han perfeccionado una estrategia que consiste en enrollarse sobre el vientre, formando una bola, y dejando las escamas más fuertes al exterior, de forma que actúan en conjunto como una armadura.
En el mundo existen ocho especies de pangolines, distribuidas en los continentes de África y Asia. Habitan bosques, sabanas y espacios abiertos, existiendo dos especies arborícolas. El pangolín gigante de la colección del Padre Ignacio Sala (en la foto) es una de las cuatro especies africanas y la más grande de todo el género. Procede de la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial y fue recolectado en 1954. Además, en el MUVHN disponemos de otro ejemplar perteneciente a la colección histórica de la Universitat de València. Se trata de un pangolín indio (Manis crassicudata), originario de La India y colectado a mediados del siglo XIX.
Los pangolines han adquirido, recientemente, triste nombre por haber sido declarados como uno de los vectores potenciales de la pandemia actual COVID-19, producida por el coronavirus SARS-CoV-2. El origen del virus, según los especialistas, debe situarse en algún reservorio animal cercano a la ciudad de Wuhan, donde tuvo lugar el inicio de la pandemia. Entre las especies que se han barajado, se relacionan murciélagos, serpientes y pangolines. Respecto a estos últimos, las investigaciones más recientes en las que se comparan los genomas del virus que afecta al ser humano con los coronavirus encontrados en tejidos de varios ejemplares de pangolín malayo (Manis javanica), apuntan una considerable similitud entre ellos, lo que refuerza la hipótesis de que esta especie pudo transmitir esta enfermedad a las personas.
Estos animales se utilizan como alimento en algunos países africanos y también son empleados en la medicina tradicional de muchos países asiáticos. Es frecuente ver pangolines completos, o sus partes, en los diversos mercados de estas regiones. Esta situación provoca una fuerte demanda de ejemplares que ha generado un importante tráfico ilegal de estas especies y ha situado, a algunas de ellas, en un peligro crítico de extinción. A pesar de que diversas organizaciones mundiales han advertido de este problema y se han establecido medidas legales para su gestión, la cifra de incautaciones ilegales ha ido en aumento y la situación de muchas poblaciones de estos animales es ya crítica. El pangolín es hoy el mamífero más traficado del mundo, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).