Zifio de Cuvier (Ziphiuscavirrostris). MUVHN-ZD0700. Colección histórica de la Universidad de
Valencia.
La pieza seleccionada este mes (MUVHN-ZD0700) constituye un cráneo de zifio o ballenato de Cuvier (Ziphius cavirrostris), actualmente expuesto en la sala de Zoología del Museu de la Universitat de València d’Història Natural.
Los zifios son grandes cetáceos odontocetos que presentan dientes, aunque no sean visibles en algunas especies. Todos los zifios o ballenatos pertenecen a la familia Ziphidae. El zifio de Cuvier es de tamaño medio entre los cetáceos; tiene una longitud y peso promedios de 6,4 m y 3000 kg, pudiendo llegar a vivir hasta 40 años. Es el mamífero conocido que mayor profundidad de inmersión y tiempo de apnea registra, llegando a récords de 137 minutos bajo el agua y una profundidad de más de 3000 m. Presentan un soplo de aire poco notable y sus inmersiones se realizan de forma muy suave, cosa que junto a su comportamiento evasivo lo convierten en un animal difícil de observar. En superficie su aspecto es el de un animal donde es difícil diferenciar las diferentes partes de su cuerpo con la boca aplanada acabada en forma de pico.
El zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) es el zifio de mayor distribución conocida ya que abarca los océanos Atlántico, Pacífico e índico y diversos mares. De hecho, se han encontrado individuos tan al norte como las islas Shetland y tan al sur como Tierra de Fuego. Esta especie recibe su nombre del famoso naturalista George Cuvier que inició el estudio de su cráneo en 1823, cuando aún se desconocía al animal.
El estudio moderno de estos animales se inició en 1823 por Georges Cuvier a partir de un cráneo encontrado años antes en las costas de Francia. A partir de esos restos, describió lo que pensaba que era un cetáceo extinto. No fue hasta 1870 cuando se descubrió que el fósil de Cuvier era también una especie viva y numerosos hallazgos de cetáceos con hocico de muchas partes del mundo fueron reidentificados como zifios de Cuvier.
El cráneo de zifio de Cuvier es asimétrico, por lo que sus hemisferios son reconociblemente distintos. Mientras que el hemisferio derecho está más relacionado con la ecolocalización, el izquierdo se encarga de tareas como la respiración. Otros aspectos a tener en cuenta es que los machos poseen un par de dientes prominentes en la mandíbula inferior que utilizan en sus disputas, además los huesos son muy porosos y almacenan un gran contenido lipídico.
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