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Día Internacional de la Madre Tierra

  • 22 abril de 2018
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El aumento de la producción y del uso de plásticos amenazan con contaminar cada rincón del planeta. Se calcula que cada año los mares y los océanos son receptores de más de 12 millones de toneladas de basura. El lento proceso de degradación de los plásticos –una botella de este material puede tardar en descomponerse 500 años– lo convierte en el enemigo número uno de mares y océanos. Su uso es un problema asociado a los modos de consumo, ya que la mayoría de la población mundial emplea habitualmente envases de un solo uso. España es el quinto mayor productor de plásticos de la Unión Europea.

En respuesta a esta problemática situación, el Día Internacional de la Madre Tierra 2018 está dedicado a proporcionar la información y la inspiración necesaria para cambiar la actitud y el comportamiento humano sobre los plásticos.

Historia del Día Internacional de la Madre Tierra

El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra cada 22 de abril. Gaylord Nelson, senador estadounidense entre los años 1963 y 1981 y activista ambiental fue el promotor de este día. Su intención fue la de crear una conciencia común a los problemas de la sobrepoblación, la contaminación y la conservación de la biodiversidad; y para ello, fue también el organizador de la primera manifestación para crear una agencia ambiental el 22 de abril de 1970.

La convocatoria de esa manifestación tuvo mucho éxito y la presión social en Estados Unidos consiguió sus objetivos. El gobierno de Estados Unidos, encabezado ese año por Richard Nixon, creó unos meses más tarde la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.

La fuerza de los movimientos ecologistas en las últimas décadas y el aumento de la concienciación sobre los problemas ambientales llevó a la Asamblea General de las Naciones Unidas a aprobar la Resolución 63/278, en la que se proclama el Día Internacional de la Madre Tierra.

En esta Resolución se afirma que la Tierra y sus ecosistemas son el hogar de las personas, y que para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras es necesario promover la armonía con la naturaleza y la Tierra. La ONU señaló también en la proclamación del Día Internacional de la Madre Tierra que la educación constituye los cimientos del progreso, ya que empoderará y llevará a la Humanidad a tomar medidas para defender el medio ambiente.

 “Las grandes decisiones que tenemos por delante no corresponden solo a los legisladores y los dirigentes mundiales. Hoy, en este Día de la Madre Tierra, hago un llamamiento para que todos nosotros seamos conscientes de las consecuencias que tienen nuestras decisiones sobre el planeta y lo que supondrán para las generaciones futuras” (Ban Ki-moon)

Tortuga atrapada en plástico. Imagen de Francis Pérez.

“Madre Tierra”

“Madre Tierra” es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta.

El término fue acuñado por Gaylord Nelson y su amigo Julian Koenig. El día 22 de abril coincidía con el cumpleaños de este último, por eso pensaron en utilizar la rima de Earth Day (Día de la Madre Tierra en inglés) con birthday (cumpleaños en inglés).

Este día brinda la oportunidad de concienciar a todos los habitantes del planeta acerca de los problemas que afectan a la Tierra y a las diferentes formas de vida que en él se desarrollan (Resolución de la ONU 63/278)

El Día Internacional de la Madre Tierra ha estado dedicado al cambio climático (2013), a la promoción de ciudades verdes (2014) o a la alfabetización ambiental y climática (2017) entre otras temáticas. Este 22 de abril de 2018 se apuesta por la concienciación mundial sobre el fin de la contaminación plástica.

El uso del plástico se ha convertido en un problema insostenible y es un claro ejemplo de los impactos de la cultura de usar y tirar. Ante esto, la ONU insta a ir al origen del problema y, en primer lugar, reducir la cantidad de plástico en circulación y apostar por la reutilización. En este sentido, existe un movimiento creciente de personas en todo el mundo que apuesta por un estilo de vida libre de plásticos de un solo uso. El día 22 de abril de 2018 intenta que cada vez sean más personas las que se unan a este movimiento.

 

"Cada persona puede hacer cambios en su vida diaria para minimizar las consecuencias del cambio climático"

 

Entrevista a Antonio Camacho, profesor del Departamento de Microbiología y Ecología de la Universitat de València e investigador del Instituto Cavanilles. Presidente de la European Federation of Freshwater Sciences (EFFS).

  • ¿A qué nos referimos cuando usamos la expresión “Madre Tierra”? ¿Por qué es importante que se celebre este Día Internacional?

“Madre Tierra” viene de la antigüedad, porque en muchas mitologías se asociaba a la Tierra como la madre que da la vida y el sustento a los seres humanos. De hecho, las Naciones Unidas albergan esta concepción de la Tierra como madre y generadora de toda la vida. El objetivo de celebrar este Día Internacional es crear conciencia sobre el planeta y los ecosistemas que alberga. Cada día se reconoce más el papel regulador de los procesos naturales que hacen habitable la Tierra, y que nos permiten obtener bienes de la naturaleza (la pesca, la agricultura, la madera…). Estos “servicios de autorregulación”, que dependen de unos ecosistemas sanos y de un funcionamiento sano, son imprescindibles, y sin ellos la Tierra no sería habitable.

  • ¿Qué tipo de acciones se pueden llevar a cabo para concienciar a la población y que esta se una en el cuidado del planeta?

Muchísimas. Por un lado, enfrentar a la gente a qué pasa cuando vivimos de una manera armoniosa con la naturaleza, es decir, haciendo compatible el funcionamiento sano de esta, y qué pasa cuando no ocurre esto. Las catástrofes naturales en muchos casos derivan de haber hecho algo que es incompatible con el funcionamiento de la naturaleza.

Otro conjunto de acciones son aquellas que faciliten el cambio de conciencia. Que pensemos que vivir de una manera insostenible, lo único a lo que conduce es a la destrucción de las sociedades humanas, porque no podemos vivir sin lo que la naturaleza nos da. Para eso es imprescindible respetarla. Eso supone ir cambiando normas, pero también facilitar la transición que lleve a esos cambios. Es decir, hacerle más fácil a las personas que no lo ven tan claro que puedan ir cambiando esas actitudes, de una forma más respetuosa y sostenible de vivir.

  • El cambio climático constituye la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad, ¿cómo podemos minimizar sus consecuencias?

Aquí hay dos niveles o formas, que son ambas imprescindibles. Primero, parar aquello que está provocando el cambio, y después adaptarnos a lo que ya va a suceder.  A modo individual, cada persona puede hacer cambios en su vida diaria para minimizar las consecuencias del cambio climático. Pensamos que son cosas de grandes políticas y nos olvidamos del nivel personal. Pero eso también hay que ponerlo delante de la gente, y, por tanto, tiene que haber un liderazgo social y político en el que ese cambio a nivel personal también se encauce en el cambio como sociedades. Esto se enmarca en cambios legislativos, en cambios de políticas, no solo medioambientales. Ese cambio debe ser encabezado por la sociedad y por la gente que elegimos, para que encauce las políticas que nosotros queremos.

Luego, respecto a lo que ya va a cambiar o lo que ya está cambiando, y lo que va a tardar mucho tiempo en volver a ser como era y nosotros no veremos. Lo que tenemos que hacer es que adaptarnos. Hay cosas que inexorablemente están cambiando y lo van a seguir haciendo. Tenemos que hacer que ese cambio se frene, e incluso, en la medida de lo posible, que se revierta. Esa forma de adaptación, por supuesto no tiene que provocar una retroalimentación del problema, es decir, alimentar todavía más el cambio climático u otros problemas ambientales, sino, en la medida de lo posible, conducirnos hacia la mitigación.

  • ¿Qué supondría la transición a las energías renovables para el planeta?

Pues para el planeta supondría una bendición. La forma de reducir drásticamente las emisiones son las energías renovables. Tecnológicamente ya están lo suficientemente desarrolladas para poder sustentar parte del consumo energético de la humanidad. A parte del efecto directo que tendría sobre el cambio climático, tendría un efecto que seguramente es más importante en la sociedad humana, que es cambiar la mentalidad de cómo la especie humana se relaciona con el planeta, con el resto de la vida. Hasta ahora hemos sobreexplotado y degradado el planeta y ya estamos en el límite. Hay que cambiar hacia una energía limpia.

  • El 10 de abril, la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley para que se impulsen medidas para prohibir utensilios de plástico de un solo uso para reducir la contaminación. ¿Qué te parecen este tipo de medidas?

Bueno, aquí en la Comunidad Valenciana se ha ido más allá.  El Gobierno Valenciano, en les Corts, ha aprobado que los instrumentos de plástico llamados desechables, a partir de 2020 estén sustituidos por alternativas que sean reciclables o reutilizables. En general, podemos decir que la apuesta del gobierno valenciano es más valiente. No es que la otra sea cobarde, pero sí que es un poco ralentizada respecto a lo que sería necesario en muchos sentidos. En cualquier caso, todas son buenas. Siempre es dar un paso más grande o más pequeño sobre la situación actual sobre algo que hay que hacer sí o sí. La conservación o la sostenibilidad no es una opción entre otras, es la única opción porque si no lo hacemos, si no hacemos la vida humana sostenible con la naturaleza y el uso de los recursos naturales, la Madre Tierra, no nos dará lo que nos ha venido dando toda la historia de la humanidad o al menos, a los niveles suficientes para que la vida humana sea digna como debería ser.