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Lo que les interesa a quienes trabajan (de verdad) en epidemiología

9 de de desembre de 2020

 

Shutterstock / MarcoVector

Óscar Zurriaga, Universitat de València

Aquellas personas que trabajan en epidemiología, pero de verdad, y no como “epidemiólogos de sillón”, se reúnen todos los años, en esta ocasión convocados por la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y la Associação Portuguesa de Epidemiologia (APE). La reunión científica anual de este 2020 ha sido diferente, como no podía ser de otra manera y, por primera vez, se ha transformado en virtual. En medio de una pandemia ¿qué les interesa a quienes se dedican profesionalmente a la epidemiología?

Los aspectos de interés

Se ha tratado de centrar el debate en el hecho de que la desigualdad, los factores sociales y el deterioro del medio ambiente son determinantes para la salud de la población. Y en que estos son factores, además, que afectan al nivel de vulnerabilidad de los pacientes ante la covid-19.

La presidenta del comité organizador del congreso, Amaia Bacigalupe, destacó precisamente que la covid-19 ha vuelto a poner el foco sobre la relevancia de los determinantes políticos y sociales de la salud, demostrando que “las condiciones de vida y trabajo, el lugar en el que habitamos, además de otras cuestiones como el género o el nivel educativo, exponen a las personas a una mayor o menor vulnerabilidad ante la enfermedad”.

La pandemia ha estado muy presente, pero no ha sido el único objeto de interés. Se han debatido los aspectos de alimentación y nutrición, la pobreza energética, las enfermedades de transmisión sexual, el tabaquismo, el alcohol, los cribados de cáncer, la respuesta de los sistemas de salud ante la crisis, las enfermedades raras y diferentes aspectos de las vacunas, entre otras cuestiones.

Epidemiología, sostenibilidad y responsabilidad social

Este ha sido el lema de la reunión científica anual de la epidemiología ibérica, española y portuguesa. Jordi Sunyer hizo hincapié en que el mensaje más importante que hay que transmitir a las instituciones y a los ciudadanos es que “sin equilibrio, sin salud del planeta y sin respeto medioambiental no habrá salud humana. Se retrocederá si no se gestionan los límites del planeta”.

El congreso finalizó con la intervención de Ana Mª García García sobre “La influencia y la transferencia de conocimiento entre lo científico, lo técnico y lo social (con y sin crisis)”. En ella se profundizó en la importancia de la transferencia del conocimiento científico y en cómo llega este a la sociedad. También abordó lo complejo de las relaciones entre la política y la ciencia, especialmente en tiempos convulsos.

La SEE, precisamente, hace unos meses quiso ya poner en valor el trabajo de los epidemiólogos y epidemiólogas que trabajan en la administración pública y lo hizo con la carta titulada “No disparen al pianista”. En ella se destacaba que “los técnicos dedicados a la epidemiología y la salud comunitaria en la función pública no toman decisiones finales por sí mismos”. Su papel es el de facilitar su conocimiento a quien tiene asignado el papel decisor: políticos y gestores designados por medios democráticos.

La SEE, hace unos días, volvió a insistir con la carta titulada “Fatiga pandémica y fatiga epidemiológica”. En ella señalaba de nuevo que no es apropiado responsabilizar al personal técnico y a quienes ejercen de portavoces técnicos, en los distintos territorios e instituciones, de las decisiones de los gobernantes, ya que desvirtúa su papel, y solicita nuevamente que su actividad no se politice.

¿Y qué pasa con la covid-19?

Claro está que la COVID-19 sobrevoló, y aterrizó, en esta reunión científica de la epidemiología. Tanto que, además, se realizó una rueda de prensa sobre ello. En ella se intentaron transmitir varias ideas importantes:

  • Es imprescindible tener en cuenta la evidencia científica de calidad.

  • La transmisión del virus en España ha sido heterogénea, por lo que es difícil aplicar de forma generalizada una única receta. Es necesario adecuar las medidas al nivel de intensidad de transmisión de cada territorio.

  • En la desescalada la vida social se activó demasiado rápidamente y, tras las vacaciones y la reanudación de la actividad, se ha incrementado significativamente la transmisión.

  • Las medidas que se están tomando son necesarias, pero no son sostenibles a largo plazo por lo que hay que pensar en medidas no solo de control, sino de prevención y de información a la ciudadanía. Hay que dejar de hacer miradas coyunturales y realizar miradas estructurales.

  • La vuelta a los colegios ha sido positiva y no existe un efecto multiplicador en la transmisión desde las aulas.

  • La crisis climática y la sostenibilidad son elementos centrales de la salud y se requiere mayor atención a la multidisciplinariedad en las actuaciones.

“Recarga” científica

En definitiva, los epidemiólogos han realizado una :recarga científica que les permitirá afrontar, pese al cansancio acumulado, estos tiempos difíciles que siguen afectando a toda la población. No se puede olvidar que la salud de la población es el principal objetivo de la epidemiología.The Conversation

Óscar Zurriaga, Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Serv. Estudios Epidemiológicos y Estadist. Sanit. (Generalitat Valenciana). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras UV-FISABIO. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de València

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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