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La Tierra bajo el hielo

Las glaciaciones son periodos de la historia geológica de la Tierra en las que el clima se vuelve mucho más frío de lo normal, lo cual provoca la aparición de grandes masas de hielo, conocidas como casquetes, en las regiones polares. Estas masas de hielo avanzan hacia el sur conforme el clima se enfría, sepultando mares y continentes, y acentuando todavía más los efectos de la glaciación, pues la blancura de la capa de hielo refleja los rayos del Sol impidiendo que la superficie terrestre se caliente. Las causas de estos periodos de frío extremo pueden ser variadas.

Hay constancia de que durante el eón Proterozoico se produjeron al menos dos grandes glaciaciones de alcance global. La primera de ellas fue la conocida como glaciación huroniana, que comenzó hace unos 2.400 millones de años coincidiendo con la Gran Oxidación. Es posible que la liberación de oxígeno a océanos y atmósfera por parte de los microorganismos fotosintéticos influyera en el enfriamiento descontrolado del clima. Por aquel entonces todavía abundaban los microorganismos metanógenos (productores de metano), pero el oxígeno resultaba nocivo para ellos y su irrupción relegó a estos seres a ambientes marginales. Como el metano es un gas de efecto invernadero extremadamente potente, al desaparecer su principal fuente natural sus niveles en la atmósfera descendieron dramáticamente. Ésta fue, probablemente, la causa principal de la gran glaciación huroniana. En su plenitud los casquetes de hielo seguramente alcanzaron zonas próximas al ecuador.