Todas las personas necesitamos cuidados del cuidado. Unas veces necesitamos del tiempo y del cuidado de otras personas, principalmente en momentos de especial vulnerabilidad. Otras, necesitamos cuidar de personas con las que nos relacionamos. 

Esta obviedad, indispensable para el sostenimiento de la vida, es un obstáculo para el ejercicio de determinados derechos de las personas que prestan los cuidados —la mayoría mujeres.

Para evitar que el tema de los cuidados siga siendo un escollo para la igualdad, hay que universalizar el cuidado y elevarlo a la categoría de principio ético inspirador del Estado constitucional. 

Este trabajo colectivo de: Ana Marrades Puig, Clara Garrido Criado, Blanca Rodríguez Ruíz, Antonello Lo Calzo, Beatriz Bosch Marco, Vicenta Tasa Fuster y Rosa Roig Berenguer, pretende resaltar el valor del cuidado. Además, es pionero en el diagnóstico y la realización de propuestas para superar la crisis de cuidados, desde una perspectiva jurídico-política.