El ejemplar que hemos seleccionado este mes es una pieza muy singular de nuestras colecciones. Se trata de un ejemplar taxidermizado de esturión común o esturión europeo cuyo nombre científico es Acipenser sturio y que alcanza un metro de longitud. Este animal fue preparado por el taxidermista valenciano Rafael Curats en 1934.

Los esturiones son peces actinopterigios del género Acipenser. Estos animales se caracterizan por presentar 5 hileras longitudinales de placas, una boca protáctil en posición ventral, un hocico alargado, cola heterocerca y 4 largas barbas delante de la boca. Además, los adultos carecen de dientes.
En cuanto a su hábitat, tan sólo viven en las aguas frías y templadas del hemisferio norte. Además, muchas especies son anádromas, es decir, viven la mayor parte de su vida en el mar, pero se reproducen en ríos y lagos, al igual que los salmones. Debido a este comportamiento, son animales eurihalinos ya que soportan cambios bruscos en la salinidad del agua.
Por otro lado, los esturiones se han explotado comercialmente desde la antigüedad por su carne y sus huevas. Comer esturión ha sido siempre símbolo de un estatus social elevado. De hecho, sus huevas son uno de los alimentos más caros del mercado, el caviar. Debido a estas prácticas comerciales y a la construcción de presas en sus zonas de desove, en la actualidad casi todas las especies de esturión están amenazadas o en peligro crítico de extinción.
Los acipenseriformes, el orden al que pertenecen los esturiones, son un grupo de peces primitivos que aparecieron en el planeta durante el Jurásico Medio, hace unos 175 Ma. Aunque en el pasado parecen haber sido muy diversos, en la actualidad sólo existen 2 familias con poco más de 20 especies. Por ello, es de vital importancia fomentar los planes de conservación de estos animales ya que son verdaderos fósiles vivientes.
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