Carlos J. Gómez publica en ‘Nature Communications’ una investigación sobre moléculas utilizadas en ordenadores de alta capacidad

Carlos Gómez.

Un grupo de la Universidad de Nottingham en colaboración con Carlos J. Gómez García, catedrático de Química Inorgánica del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) de la Universitat de València, han publicado un artículo en la prestigiosa revista Nature Communications que muestra cómo es posible insertar moléculas imán (conocidos como 'single molecule magnets', SMM) en el interior de nanotubos de carbono, que son estructuras hechas exclusivamente con átomos de carbono y que presentan forma tubular.

La ventaja de estos materiales es que son muy buenos conductores de la electricidad y tienen propiedades físicas excepcionales, a las que se incorpora, por primera vez, imanes del tamaño de una molécula. Este hito, buscado por otros muchos grupos en el mundo, abre muchas posibilidades en el mundo de la espintrónica, en el que la información se transmite manipulando los espines de los electrones, que es otra propiedad de estos (además de la ya conocida carga eléctrica, responsable de la electrónica).

En este estudio se pone de manifiesto además, la potencialidad de los imanes mono-moleculares (los SMM), estructuras con tamaño nanométrico que presentan propiedades y funciones únicas muy prometedoras para sistemas de almacenamiento de datos de altísima densidad, ordenadores cuánticos y otras aplicaciones tecnológicas avanzadas. A pesar del enorme esfuerzo investigador llevado a cabo en este campo, el principal reto sigue siendo el control de sus propiedades.

La investigación ha sido desarrollada por María del Carmen Giménez López, que tras realizar su Tesis doctoral en el ICMol de la Universitat de València, está realizando una estancia post-doctoral con una prestigiosa beca Marie Curie de la Unión Europea en la Universidad de Nottingham en el grupo carbon nanomaterials del doctor A. Khlobystov. El profesor Carlos J. Gómez ha realizado en el ICMol la caracterización e interpretación de las propiedades físicas de este nuevo material, un aspecto clave para su futuro uso en dispositivos.

Los SMM son moléculas delicadas que se rompen y descomponen fácilmente, perdiendo sus propiedades. Este estudio demuestra por primera vez que es posible transportar e insertar las moléculas intactas en el interior de los nanotubos de carbono, manteniendo todas sus propiedades, algo imprescindible para futuras aplicaciones. Es más, incluso se ha visto que algunas propiedades mejoran, ya que la protección del nanotubo las hace más resistentes a la descomposición por calentamiento.

El método utilizado en esta investigación para introducir moléculas relativamente frágiles en el interior de nanotubos de carbono es bastante general y va a permitir la introducción de moléculas con distintas propiedades y funcionalidades.

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Fecha de actualización: 29 de julio de 2011 12:09.

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