
El Jardí Botànic acoge la muestra ‘A l’Ombra del Ragai, la relació del poble mursi amb les plantes del seu entorn’, un recorrido fotográfico por la vida y paisaje de esta comunidad que está en el imaginario colectivo por los platos labiales de las mujeres y los combates de varas de los hombres.
Aun así, este es un reclamo, sobre todo para turistas, que no está libre de polémica, y que en realidad resulta solo un detalle entre la complejidad de su cultura y costumbres, todos ellos fuertemente ligados a la tierra y el entorno.
Y es que con esta treintena de fotografías, y también con los objetos traídos de diferentes viajes, de lo que se trata es de profundizar en el pueblo mursi, un grupo agrícola y ganadero del suroeste de Etiopía. Quiénes son, cómo viven, cuáles son sus costumbres y rituales, y de dónde viene su estrecho vínculo con elementos como los árboles. De hecho el Ragai es lo que nosotros conocemos como tamarindo, ‘Tamarindus indica’, de la familia de las leguminosas.
Así, se enfatiza el aspecto simbólico de estas relaciones, elementos clave de su identidad, marcando cómo de importante puede ser conservar la diversidad vegetal para, al mismo tiempo, preservar la diversidad cultural. Plantas, arbustos y árboles no solo son parte del paisaje donde viven los mursi, sino también fuente permanente de recursos y pieza clave para comprender su visión de ellos mismos y del mundo.
Con todo, no solo se quiere reflejar el profundo conocimiento del mundo vegetal de este pueblo, sino también poner un foco de atención en las transformaciones actuales que está sufriendo. Por un lado, por los avances de su entorno que, a pesar de llegarles con cuentagotas, van modificando su idea de las cosas y afectándoles. Y por otro, por el gobierno etíope y diferentes empresas extranjeras que han desarrollado su actividad en la zona, sobre tierras mursi. Todos ellos han permitido y promovido que con el tiempo prácticamente la totalidad de las riberas de los ríos se hayan convertido en plantaciones de caña de azúcar. Todo un problema y un nuevo reto para la tribu.
El visitante encontrará en la muestra una treintena de fotografías y una veintena de objetos hechos con materias vegetales, apoyados con mapas y textos, un documental audiovisual de la ONG Survival, e incluso se podrán escuchar algunos de sus cantos. En las secciones de la exposición, dedicada a la gente, el territorio, el mundo vegetal, el árbol como símbolo y desafíos y futuro, podrá descubrirse tradición oral, cotidianidad, vidas ligadas a los ríos, diversidad de árboles y arbustos africanos, usos del material vegetal de todo tipo, ceremonias, ritos, canciones y mucho más.
‘A l’Ombra del Ragai’ es un proyecto de Anna Albiach y Joan Salazar, autores además de las fotografías y los textos, diseñado expresamente para el Jardí Botànic. Organizada también por Mursiland Heritage Project, cuenta con la colaboración de Survival International y Human Rights Watch, así como otros participantes que han aportado alguna fotografía especial o su asesoramiento científico.
En los últimos seis años Joan Salazar, arqueólogo, y Anna Albiach, bióloga, han formado parte, a través de Mursiland Heritage Project, de un proyecto de investigación en territorio mursi centrado en la cultura material, la arqueología y la visión de esta gente sobre su propio territorio. Esto les ha llevado a visitar Etiopía hasta en seis ocasiones, convivir con ellos durante temporadas, y traer ahora fotografías y objetos que transportan al espectador durante un rato a sus experiencias.
La muestra se podrá visitar en la Sala de Exposiciones del Jardí Botànic hasta el 1 de junio. La entrada es gratuita, y el horario es de lunes a domingo de 10 a 20 horas.
Fecha de actualización: 4 de abril de 2014 07:38.
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