Labor científica: Cirugía y especialidades médico-quirúrgicas

De Cirugía se describieron cuadros clínicos de interés, se publicaron artículos de carácter doctrinal, se discutieron temas de actualidad y se presentaron técnicas originales.

De la anestesia se publicó apenas un año después de que tuvieran lugar en el mundo las primeras intervenciones con éter, una reseña de la obra del socio corresponsal Vicente y Hedo "Análisis de cuanto se ha dicho sobre el éter como medio de acallar el dolor en la operaciones quirúrgicas y obstétricas". Siguieron otros trabajos que recogieron la experiencia de los socios del Instituto con el cloroformo, sulfato de atropina, clorhidrato de cocaína, carburo de hidrógeno o amilena y el cloral y su hidrato. También se publicaron reseñas de libros y artículos del mismo tema. En 1880 Aguilar y Lara propuso el empleo del protóxido de nitrógeno como superior al resto de sustancias anestésicas describió un aparato de su invención para administrarlo.

Amputación de la pierna. Método antiséptico

Amputación de una pierna practicada por Enrique Ferrer Viñerta (segundo de derecha a izquierda), con el método de Lister. Grabado de Heliodoro Payá (1882). Juan Aguilar y Lara, La nueva cirugía antiséptica, Valencia Librería de Pascual Aguilar, 1882 . [+ Pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño]

 

Moliner habló en 1889 de pleurotomía, López Sancho lo hizo en 1894 del tratamiento quirúrgico de las cavernas pulmonares. Carreras Sanchis informó del uso de la antisepsia al hablar de las curas de Guerin y Lister. También se estudiaron las heridas por proyectiles; en 1860 Bedoya presentó al Instituto para su aprobación un instrumento llamado "pinzas de balas". Ferrer Viñerta presentó su modificación del médtodo de Romagosa de la amputación de la pierna. Creus y Manso disertó sobre los apósitos utilizados en las fracturas de los miembros. Bertrán presentó un vendaje especial para las fracturas de clavícula y Agapito Zuriaga de otro para fracturas de mienbros. Lechón y Moya describió la operación de la articulaciñon coxofemoral que observó en Viena.

 

Miguel Más y Soler

Miguel Más y Soler (1847-1901), socio del Instituto y una de las principales figuras de la cirugía valenciana del último tercio del siglo XIX.

En lo que se refiere a la hemostasia, el Boletín reprodujo el discurso de Federico Rubuio sobre la prevención de las hemorragias en cirugía. Peregrín Casanova resaltó

las bondades de la venda de Esmarch. Antonio Navarra propuso el acetato de plomo como método radical de curación de los aneurismas. Años más tarde Machí se refirió al tratamiento de los aneurismas de las extremidades. Creus también estudió las suturas y Navarro presentó su técnica original de tratar grietas y fisuras del ano.

Más y Soler presentó una esplenectomía (1887) y una intervención para extirpar la lengua (1894) que demuestran el nivel alcanzado por la cirugía valenciana de la época.

Aplicación de la venda elástica de Esmarch y del aparato de Foulis para fijar las extremidades del tubo de caucho en la hemostasia preventiva

Aplicación de la venda elástica de Esmarch y del aparato de Foulis para fijar las extremidades del tubo de caucho en la hemostasia preventiva. Cromolitografía de Heliodoro Payá del libro La nueva cirugía antiséptica (1882), de Juan Aguilar y Lara, discípulo de Ferrer y Viñerta, quien introdujo esta técnica hemostática en Valencia en 1875. [+ Pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño]

Especialidades médico-quirúrgicas

La oftalmología fue una especialidad bien atendida en el Instituto desde el principio. Desde 1852 se estudiaron la conjuntivitis granulosa, la catarata, coroiditis, la acción de varios agentes terapéuticos y el empleo del oftalmoscopio. Chiralt disertó sobre un nuevo procedimiento operatorio de la catarata por incisión linear simple y un keratotomo de su invención. Gestaldo habló de un belfarotomo oculto y Aguilar Blanch de un procedimiento operatorio original en cuatro tiempos para tratar el entropion orgánico.

La ginecología mereció varios trabajos aunque destacaron  el que presentó Campá en 1873 sobre la inflamación y ulceración del útero con criterio anatomopatológico estricto, y el de Candela de 1885 sobre procesos morbosos puerperales.

En lo que se refiere a la otorrinolaringología la contribución del Instituto en la primera etapa fue más humilde. Se estudió la posibilidad de dar la palabra a los sordomudos y el tratamiento del ocena. Gómez Reig planteó el estudio de la difteria en 1880. El mismo año Ferrer y Julve presentó a discusión cuatro nuevos procedimientos de su invención para la traqueotomía. Al año siguiente de practicar Billroth la primera extirpación de laringe, se comunicó la misma a los socios a través del Boletín. Después la atención se puso en los cuerpos extraños en faringe.

El último tercio del siglo XIX trajo consigo trabajos relacionados con la urología, especialmente sobre el tratamiento de los cálculos y los diferentes tipos de tallas.