Labor científica: Patología y Medicina interna

El Instituto se creó en una época de grandes controversias filosoficomédicas, pero sus miembros siempre se movieron en la prudencia del eclecticismo. En 1869 afirmaron que los médicos españoles no se adherían a ninguna escuela porque se adherían al eclecticismo racional. Por su parte Campá proponía el eclecticismo experimental como fórmula de conciliación entre digmatismo y experimentalismo. En 1875 Magraner se mostró partidario del positivismo puro y del dualismo armónico, tendencia entre las ideas exclusivas y el empirismo racional. En 1883 Amalio Gimeno volvió a insistir en la necesidad de situarse en el empirismo racional.

En el Instituto también se discutió sobre dos teorías nacidas a finales del siglo XVIII y princios del XIX: el magnetismo animal y la homeopatía. En cuanto a la primera, a comienzos de 1845, Ramón Comellas expuso sus resultados en el Instituto a petición de un socio. Cuando se planteó la correspondiente discusión, José Vicente Fillol la consideró una pérdida de tiempo. Para él las experiencias eran meras farsas. Francisco Llorca y Joaquín Casañ fueron más moderados en sus intervenciones. La comisión que debía emitir informe lo hizo en un tono tan negativo que incluso se prohibió al frenólogo catalán Mariano Cubí que hiciera una demostración.

La homeopatía tuvo gran relieve en los años cincuenta y sesenta del siglo XIX aunque en Valencia su influencia fue menor. Sus defensores aquí fueron Javier Argelich y Manuel Pastor. El debate sobre esta medicina en el Instituto se inició en 1849, fecha en la que Vicente Peiró lo analizó con experiencias propias. Entre los críticos más destacados figuran Juan Gaspar Vicente y Hedo y Carlos Lucía, médico de Segorbe. Las discusiones sobre el tema acabaron en 1866 con el debate sobre un decreto relativo a la fundación de las clínicas homeopáticas. La postura de la Academia de Medicina de Valencia fue también negativa. Joaquín Casañ presentó un discurso con el título La homeopatía o juicio crítico de la misma (1855).

Jugo gástrico

"Valor diagnóstico del análisis del jugo gástrico", de García Sisternes, publicado en el Boletín en 1893.

En lo que se refiere a las publicaciones sobre clínica médica hubo dos tendencias: la publicación de casos propios de los miembros del Instituto y el planteamiento y discusión de los problemas conceptuales de las entidades nosológicas más importantes. También se propusieron estos temas para el concurso de premios  y se realizaron muchas reseñas de libros al respecto.

En cuanto a la exploración se consignaron nuevos métodos: el trócar explorador, el trócar capilar de Recamier, el oftalmoscopio, el laringoscopio de García,

cateterismo esofágico para la alimentación, cateterismo uterino con fines diagnósticos, etc.

La temprana orientación anatomopatológica, seguida de la fisiopatológica y de la etiología se hicieron patentes en los trabajos y discusiones del Instituto.

Especialidades

Hasta 1868 no se planteó abiertamente el tema de la especialización. Fue entonces cuando Iborra planteó su conveniencia considerándola como una verdadera "división del trabajo científico". Se discutió también si las enfermedades de garganta podían constituir una especialidad igual que sucedía con la hidroterapia o la oftalmología. La venereología fue considerada como tal y de ella se publicaron varios trabajos, especialmente sobre la sífilis. Lo mismo sucedió con la pediatría, de la que aparecieron trabajos sobre la alimentación de los niños, raquitismo infantil, enfermedades de los huesos en los niños y sobre las ventajas de la lactancia materna.

Sobre la lactancia materna

"Ventajas de la lactancia materna" (1875) por Francisco de Paula Paula Peiró y Serrano, discurso pronunciado en la Real Academia de Medicina de Valencia y reproducido en el Boletín.

 

En lo que hace referencia a la neuropsiquiatría se discutió en 1860 y 1888 el tema del hipnotismo, se habló de las ilusiones y alucinaciones, de histerismo e hipocondría, de demencia e idiocia, y se hizo un examen crítico del espiritismo, entre otros temas.

Farmacoterapia

El Boletín del Instituto Médico Valenciano, junto a El Siglo Médico y La Independencia Médica, fue la revista nuclear sobre este tema en España. Entre las tres publicaron el cincuenta por ciento de los artículos españoles sobre farmacoterapia. El centenar de trabajos que aparecieron en el Boletín entre 1841 y 1875 estuvieron firmados en su inmensa mayoría por autores valencianos entre los que figuran clínicos y cirujanos como José Vicente Fillol, Juan Bautista Peset Vidal, Enrique Ferrer Viñerta y Nicolás Ferrer y Julve, el infatigable publicitas Juan Gaspar Vicente Hedo y varios farmacéuticos encabezados por Joaquín Salvador y Benedicto. En dichos artículos se estudiaron, junto a temas de materia médica vegetal, otros acerca de la acción de los alcaloides y glucósidos y sobre medicamentos químicos, entre ellos, diversos arsenicales y mercuriales, derivados del hierro y potasio, los ácidos fénico y salicílico, el hidrato del cloral, etc. El Boletín también dio cabida a varias reseñas sobre medicamentos extraídas de revistas y libros extranjeros.