Esta imponente construcción nació de la adaptación de algunos inmuebles y huertos comprados a Isabel Saranyó. Las obras necesarias para acoger el incipiente Estudio General corrieron a cargo de dos de los artífices más importantes de la edad media valenciana: Pere Compte, el arquitecto que realizó algunas de las obras más representativas de la Valencia de entonces, La Lonja y las Torres de Serranos, y el obrer de Vila Pere Bernia. La importancia de la Valencia esplendorosa del siglo XV, en efervescencia cultural y artística, propició la creación de centros de estudios y el desarrollo de una urbe que creció en casas señoriales, y en un tejido urbano cada vez más rico y complejo.

Las primeras casas compradas para dar cabida a los iniciales estudios de la Universitat fueron ampliándose con el tiempo; unificándose en lo constructivo en momentos posteriores. No fue hasta mucho tiempo después cuando se emprendió la construcción de su claustro mayor, obra en estilo neoclásico. Se construyó en dos fases: la planta baja, de orden dórico, durante el siglo XIX, y la galería superior, de orden jónico, se completó en la década de los cuarenta del siglo XX. Todas las estancias actuales se articulan a partir de este espacio tan significativo, que funciona como deambulatorio y distribución de las distintas salas del edificio, conectando las circulaciones horizontales y verticales.

Destacan en la Nau las dependencias históricas y patrimoniales, como la capilla de la Sapiencia, obra de estilo barroco clasicista, que sustituye a una anterior de construcción medieval. Ésta queda conectada con el claustro por un pequeño patio de estilo renacentista. También, desde la planta baja del claustro mayor se accede al Paraninfo o teatro académico. Se trata de uno de los espacios institucionales más representativos, en el que se continúan celebrando en la actualidad los actos académicos más solemnes como la ceremonia de apertura del curso o las investiduras de doctores, entre otros. Esta sala fue obra, en su configuración definitiva, del arquitecto de la Universitat Sebastián Monleón.

Las fachadas exteriores se unificaron, casi por completo, en el siglo XVIII, a partir del proyecto realizado por Joaquín Martínez para la Biblioteca Histórica. Presentan una sobria composición neoclásica, con dos amplias alturas y una cornisa poderosa que remata y rodea el perímetro del edificio. Fruto de su uso académico inicial, y en especial del estudio de las Ciencias que se dieron desde muy pronto en esta universidad, se levantaron los observatorios meteorológico y astronómico, junto a un museo pionero de historia natural. Todo ello desapareció a raíz de un fatídico incendio sufrido en 1932.

El edificio, por sus excepcionales valores arquitectónicos y culturales, fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981. La rehabilitación posterior de 1999, acorde con las celebraciones del V centenario de la institución, visibilizó aún más las bondades de este edificio singular. Convertido entonces en Centre Cultural La Nau, es en la actualidad referencia imprescindible de las actividades culturales realizadas en la ciudad de Valencia.