A lo largo de sus cinco siglos de existencia la Universitat de València ha ido reuniendo un importante y variadísimo patrimonio cultural, un valioso legado, un conjunto ingente integrado por pinturas y esculturas antiguas y modernas en el cual destacan especialmente las series de retratos. Hace falta añadir los libros, entre los cuales hay centenares de códices iluminados e incunables, decenas de miles de grabados, ejemplares cartográficos de gran valor, fotografías, carteles, monedas, medallas, joyas, muebles, piezas arqueológicas, orfebrería, instrumentos científicos y colecciones de historia natural realmente notables. Capítulo aparte merece el patrimonio arquitectónico, que adquiere una especial relevancia y un elevado grado de interés tanto por la calidad intrínseca de los edificios que hoy se conservan y de los que han sido destruidos como por su importancia en la urbanística y la configuración de la imagen de la ciudad que los acoge.