Hablar de salud pública conlleva necesariamente, aparte de otras consideraciones, hablar de comunicación. Sin una comunicación efectiva orientada a la población, la salud pública tendrá importantes impedimentos para su correcto desarrollo e implementación, más allá de otros aspectos de índole económicos, sociales, de planificación, políticos, etc. El presente artículo se centra en discernir, desde las evidencias y el análisis científicos, sobre las mejores prácticas y estrategias de comunicación relativas a la salud pública, a la vez que identificar carencias y posibles errores al respecto, para tratar de proporcionar recomendaciones o guías que mejoren su efectividad.