Un estudio del Instituto Cavanilles y del Departamento de Química Analítica de la Universitat de València, elaborado por María A. Rodrigo, catedrática del Departamento de Microbiologia i Ecologia de la Facultat de Ciències Biològiques, Eric Puche y Nuria Carabal, investigadora del programa de doctorado Biodiversidad y Biología Evolutiva, de nuestra Facultat, que han publicado el artículo demuestra que los humedales artificiales del Tancat de la Pipa y del Tancat de l’Illa contribuyen de forma decisiva a mejorar la calidad del agua en la Albufera de Valencia. Entre 2020 y 2025, estos sistemas naturales lograron reducir entre un 50% y un 100% la presencia de plaguicidas y metales pesados procedentes de la actividad agrícola, urbana e industrial.
El análisis de aguas, sedimentos, vegetación y excrementos de aves mostró que los fungicidas, herbicidas e insecticidas disminuyeron significativamente en las aguas de salida, con eficiencias de eliminación del 15% al 50%. También se detectó una reducción en la mitad de los elementos metálicos analizados, aunque el mercurio aún superó los límites legales europeos, pese a disminuir su concentración.
Tras la DANA de octubre de 2024, se registró un aumento temporal de ciertos plaguicidas, pero los humedales lograron neutralizar buena parte de estos contaminantes antes de que llegaran al lago. El estudio concluye que estos espacios son esenciales para frenar la contaminación y proteger la biodiversidad, aunque advierte de la persistencia de pesticidas prohibidos y de la presión ambiental que todavía sufre la Albufera.